-75 -
CAl'ITULO
XXIII.
DE LA DEVOCION QUE TENIA LA VENERABLE MADRE AL
SANTISIMO SACRAMENTO, A LA REINA DE LOS ANGELES Y
A OTROS SANTOS.
Se esmeraba la sierva de Dios en el aseo del culto
divino, procurando que todo estuviera muy limpio
y
aseado; y en medio de su pobreza, no reparaba en
gas~
tos en siendo
Pt~ra
el culto de mi Señor Sacramentado:
y
así en lleganuo el Octavario de Corpus, disp,onia el
Altar, adornándolo con mucho cuidado
aseo
y
toda
la octava lo hacia descubrir,
y
le ponia diez
y
seis luces
que le ardían desde las nueve del dia, hasta las seis de
la. tar<fe, coo
c~zoletas,
ramos de flores
y
sahumerios,
y
todo el dia con
instrum~ntos
de harpa
y
otros diversos,
porque la sierva
~e
Dios estos días estaba fuera de sí,
y
toda en Dios,
y
asi se estaba en el coro todo el tiempo
que estaba descubierto, tocándole
y
cantándole con su
vihuela en la mano, versos que alli se le ofrec!an de re–
pente al intento,
y
muchas veces se quedaba arrobada,
y
esto todos los ocho dias queriendo, que sus hijas la si–
guieran en amar
á
Dios
y
servirle,
y
así estaba como
fuera de sí.
Asi mismo, era muy amantísima de la P asion de Nues–
tro Dios y Señor;
celebran~o
sus prin cipales festivida–
des con Misas cantadas
y
Sermones, en especial. la exal–
tacion del Señor,
y
la Santísima Cruz, haciéndole o_cho
dias de desagravios, con sermones
y
Misas cantadas,
y
todos los demas cult,os que podia hacerle al Señor.
Asi mismo e a grande la devocion que tenia con el
Santísimo Nacimiento del Hijo de Dios
y
Nuestro Pa–
dre, pu_es salia de sí, de suerte ·que se ponia delante del
Santo Niño á decirle de repente loas
y
versos,
y
quería
que sus hijas hicieran lo mismo, toda encendida
y
abra,–
zada en amor del misterio.
Como tambien era la devocion
y
amor
á
la Santísima