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Digo pue , que e ta y
yo
p0lemos decir quo cuando
solo trataba do Dio por su atributo
ó
misterio , y de
la
caridad del prójimo,
e encendía y fervoriza a de
tal
suerte su cora.zon y espíritu, que participando el
cuerpo, salia. fuera de sí con unos afecto y acto
tan
amorosos para con Dios, alabándole, bendiciénuole, y
convidando
á
los presentes ejecuta en lo mi mo, con
jaculatorias,
ú
por mejor decir saetas encendidas y abra-–
zadas en aquella hoguera de fuego que continuamente
~ndia
en su corazon, que era para álabar
á
Dios.
«Era tal su caridad
y
desnudez, que no
pos~ia
cosa al–
guna
con prop· dad suya la sierva de Dios, porque si
tenia algun socorro como ya apu'nté arriba, do ruan
ó
ele
otros géneros, luego al punto lo distr uia, de tal ca–
lidad
que no se acordaba de sí para señalar alguna
co~a
}lara
r:¡¡
persona,
y
era
necc~ario
que una de las Her–
manas tuvltse cuidado de hacerle alguna ropa,
ó
se–
gregaria, para que despues la usa
se; porque todo era
atender al socorro de sus hijas, y llega.bá muchas ve–
ces
á
desnudarse de lo que tenia, ?uando apretaba la
necesidad en algunas do sus hijas.
uAsi mismo. aeostumbraba decirme, q
uo
el mayor con–
tento que tenia. era cuando veía
y
hallaba su pobre co–
munidad bien aten.dirla, que para sí no deseaba obtener
co"a alguna, sino todo para remediar las necesidades
que
se
ofrecían en sus súbditas. Procedía asi con los po–
bres,
juntá ~1dolos
en hora señalarla para socorrerlos,
dá,l·tdo1ei:i
de comer, y taro bien aseo y
limpiez::~.,
segun la
necesidad qne
~n
cada cual de los pobres hallaba
s~r ne~
ce ·ario atenderles, pas;:tndo despues con sus compañera3
y
súbditas á E'jercitarse en actos humildes, como era
arrodillarse
· y
~besarles
los piés.>>
Ha::1ta· aquí dicho
Padre.
Así mjsmo salia la sierva de Dios deseaba,
y
con can–
cha] agua [yerb:-1 amarguísima
J
e:1 la boca los Viérne"', y
asi mismo todas sus hijas
á,
dar ele cenar
á
los pobres;
y
esto lo hacia lavándoles primero las manos con las su–
yas,
y
los piés con aguas olorosas,
y
juntamente les
s:t~