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CAPITULO
XVIII.
!'.ROSIGUE LA MISMA .MATERIA, DE SU GRAN CARIDAD ES·
PIRITUAL Y TEMPORAL.
En la caridad coa el prójimo fué excelente, sintiendo
como propios los trabajos espirituales
y
temporales de
otros; y asi con
SUJ'
hijas sucedía, que si se hallaba con
alguna cosa
partícula~·
de mantenimiento, luego
la
dis·
tribuia
en~re
sus hijas; diciendo diferentes veces, que su
mayor regocijo era verlas siempre bie atendidas, y lo
propio
actua~a
si tenia algunos géneros para vestirlas;
pues muchas
~eces
se quitaba la túnica de su cuerpo pa·
ra suplir la necesidad
á
quien la tenia de alguna de sus
hijas.
.
Decía el señor D. Basilio de Saizieta, como capellan
de la casa, y que la confesaba. todos los dias, y · veia su
mucha caridad ·con Dios
y
con ·el prójimo:-tepues, re·
paré y experimenté de contínuo im la sierva del Señor
mi querida l\fadre
y
.Maestra. mía,
y
pérmítaseme el pro–
ceder asi, por r:tzones que me asisten, como ahora fue·
se con diferentes personas, ahora con s•l& mismas hijaB
y
súbditas, ó conmigo, cuaódo en su 'presencia se par–
laba ó trataba. de alguna matm·ía que no fuese dirigida
á
Dios, ó al bien rlel prójimo, ó edifici1eion y consuelo
suyo, enmudecía, ó disponía la conversacion de suerte
que·viniese
á
finalizar en algunos fines de los ya ·referi–
dos; y me dUo, que cun,ndo se hallaba en alguna de es–
tas funciones que no fuesen espirituales y caritativas,
si su cuerpo se hallaba presente en aquel lugar donde
le acompañaban las personas
á
quien
' por la ur:bani–
dad le era preciso atenderles, su espíritu
y
atenciones-
.taba en Dio.s.n
((Lo referido se confirma ser cierto con lo que difermi–
tes personas, digo, aquella.s con
quie~es
trataba, y la
solicitaban para consolarse en sus mayores trabajos
y
desco:qsuelos,. como yo sé, y conozco diferentes sujetos.