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ta
no~h~
el casa:niento con gran felicidad;
y
a"Í fué, .pe
r
que v1 v1eron COI\ gran paz
y
union.
CAPITULO XVli.
·.
' DE LA <fRAN CARIDAD QUE TENIA LA VENERA:SLE MAD
. CON SUS HIJAS, Y CON TODOS SUS PR6JIMOS
ty
CURAS
MI,
LAGROSOS.
Como el amor del prOJlmo es efecto del amor de .
Dios, no puede el alma donde este amor vive estar ocio..
·sa;
y
asi refie,o, que estando en una ocasion cow·tercia..
nas dobles una de sus hijas, llamada
~tonia
de Santa
,: Lucíft, le di6
l~
rsierva de Dios á la enferma su mantiHa .,.
~para
que se la
guarda1~a.,
y
la dicha hermana con su bde,
·
-na
f~
se
~ap6
con ella, con intencion de· que se le qui,
' .taran las tercianas;
.Y
desde ese dia'se- le quitaron co'n
·admiracion de todos.
En otra ocasion estando ,muy. mala otra de · sus hijas
'muy
niña, llamada¡ Ventura de la -santísima Trinidad,
'por haberle hecho un per!·o grande
'Pl~esa
e:n un mus,
,1o·, al segundo dia amaneció con gran fi ebre,
y
él
•mu·sló todó
hi~chado~
moreteado
y
con grindes dolores.
'·P~só
la sierva de Dios .á ver á la dicha hermana,
y
ha.
,liándola de aquella suerte, se compadeció tanto,
y '
con
~~u
mucha
c~riclad
envió á
~raer
un pedazo,. de .u:lto 'sin
·sal,
y
amazandolo con sU:s manos,
le unto dtciéndole-:
'HiJa, espero eri Dios que mañana estarás b'uena)· yo me
·voy
á
oracion
'Un
poquito,
y
se quedó la enferma dormí,
da,
y ·
record6 sin fiebre, ni dolor ni hinchazon, si no
s~,
lo las señales de los dientes 1del perro, que hasta este
tiempo le dura11;
y
al dia siguiente se levantó buena..
En otra ocasion; la Hermana 'Bernarda del Rosario,
·hermana t ercera l]e San Francis'co, quien tuvo amistad
·_ y
conocimiento·con nuestra Venerable Madre Nazarena.,
hallándose enferma de una pierna
y
pié, padeciendo
tanto, que es difícil explicarlo, pues los médicos
y
ci...
rujanos que la curaban por , mucho tiempo
nunca le
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