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tenimieuto muy escaso, llegó
á
noticia de
b
sierva
ele
Dio como se h<1llaba,n en cm0ja.11tes
traba.~ os
los dicho
Padres, y movicla d.e m
a.!:'fl i e~ tte
ca,ridad con la rJoticia
que tuvo, y llena. de co .npaPifJo
y
ten1ura, comenzó
á
solicitar entre algunos suj etos conocidos,
a}gu:~os
me–
dios para poder aliviar semeja11te traba,jo
á
dichos Pa–
c1res.
Y
h::.biendo consegui do algun oR reales, determinó
~1
socorr er por
m.
t0nces aquella sagra<la COILUI1i<lad;_
1
púsolo eR ejecucion con sus
hijaR,
salieudo todas descal–
zas de su Beaterio,
y
cargadas una.s con diferentes elLts
de
comida, otras con sus canasta.s de pa'1, otras con sus
dulces, y
al
fin de to(las sus
hija,s
iba la sim:va
de
Di-os
con u11as
alfo1j~
a.l
cuello, lleims
de
Í'o::;c<:"Ls para lo3 Pa-
r es ma.s ven cttables.
Y'
viéndolas en la calle los vcci::;_os
y
f
iferentes Sa...
cerdotes, fué tanta la edificacion que tuvieron, que no
pupién~olo
sufrir ni ocultar, parti eron en compañia de
la sierva de
~íos,
d.iciénd.ole que los dejasen cargar
á
ellos; y fueron tan grandes las ins·tancias que hicieron,
que hubieron de cargar tambien ellos: solo la sierva de
Dios no soltó la,s
alfo~jas.
Por fin
l1ega~·on
á
la Chaca–
rilla, y avisaron
á
los Padres, los cual es sal ieron
á
reci–
bir
á
aquella devota y caritativa comunidad de N
azare~
nas, hallándose. de ·Provincial en esa ocasion el muy Re–
verendo Padre J\faestro Fray Francisco Sanabria, y de
Prior el Reverendo Padre Maestro Fray Pedro de Men–
doz a-. Llegó pues la sierva de Dios hincada de r qdillas,
y
les presentó lo que llevaba, y despues pasó
á
r epartir
con sus propias manos
á
p.,qu.ellos Padres mas antiguos
y
énformos las r oscas
que
tc--;·~b a; po~·
lo cual todos
agrad0cido~
y asombrados salieron acompañándolas: y
quer.ie::.clo proseguir, se postró la sierva de
Dios
c·on
todas sus
hij~,
pidiéndoles
á
dichos padres no pro–
siguiesen;
y
asi se d.espidió, y se volvió
á
su Beaterio,
con su devota · commlidad Nazare:1a, la Vener able
·Madre.
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