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fior la preservase de otro semejante, se cree haberse
entablado la devociqn de sacar en rogativa.
laImágen
del Señor de los Milagros cada afio, en los di.as.
inme–
diatos
á
aquel suceso que acaeció el 20 de Octubre del
año referido, costumbre que hasta hoy se conserva.
La. posesion en que ha estado
t~da
la ciudad de ser
aquella imágen su recurso y tutela en las calamidades
de· los temblores, movió al Cabildo, Justicia y Regi–
miento, el afio de 1715,' á .jurarla por Abogada
y
Pa–
trona para su defensa, ofreciendo cuidar
y
atender
á
su culto,
y
costear solemne fiesta todos :los año$ el dia
de la Exaltacion de la Cruz, con asittencia del cuerpo
de ciudad.
T.>
que hasta aquí ha cumplido exactamente.
Un año antes que Sebastian de Antuñano se dedica–
se al culto del Señor de los Milagros, se había for–
mado en ·esta ciudad el Beaterio de monjas Nizarena,s.
La fundadora
y
autora del Instituto, fué •la sierva de
Dios Doña Antonia Lucía 1\1aldonado y Verdugo, natu.
1·a.l'de
la.
ciudad de Guayaquil. Esta admirable mujer
solicitó el establecimiento de esta casa con incesante
afar., venciendo para conseguirlo insuperables
dific~lta
des. En el puerto del Callao formó la primera, la q-ue
abandonó por no ser conforme
{t
sus intenciones el año
de 1683, y se situó en esta ciudad en la calle de Mon–
serrat, donde se m:mtuvo hasta el año de 698, en que
vino órden del consejo ele Indias para demoler el Bea–
terio. Con esta oca.sion se movió el corazon de Sebas–
tian de A:rituñano
á
ofrecerle
Ia
capilla del Señor d.e los
Milagros, los solár
es· inmediatos y algunas habitaciones
que en ellos había,,
pa.raque ss recogiese con las demas
beatas. Este había sido siempre el déseo de la hermana
Antonia, que no habia tenido aliento ¡¡ara manifestarlo
á,
Antuñano, por el respeto
y
temor que tenia
á
su nom–
bre, sin haberlo jamás visto. Suspendida. la 6rden del
consejo, á solicitud del mismo Antui'mno,
y
establecidq
el Beaterio en la nueva casa, se dedicó enteramente
á
su servicio,
y
á
buscar los medios para que se erigiese
en Monasterio. La fama de su virtud, la de la hermana
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