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torica,se trasforma ahora en

una completa. certiduln–

lJre, aunque sin otra prueba que su palabra, digarnos

n1ejor, su invencion. En 1845, escribia-se

dice)·

y

en

1847,ell>illete es una certidumbre historica.

En

1845

G-anganelli reconocía al soberano Pontífice el derecho

de estinguir en conciencia la con1pañia, y en 1847.

aparece el billete enriquecido con las palabras-es

de

desear

que

el futuro

papa

haga

todos sus esfuerzos

para

cumplir el voto de las coronas.

11.

Cretineau-Joly cono–

cía la necesidad de reforzar con un suplen1ento la in–

significancia del billete, para darle toda la inlportan–

cia de un pacto simoníaco. Y sin embargo, no llegó

a

su objeto- porque

una

y

otra version son insignifi–

cantes, pudiendo nosotros decir de la segunda, lo que

el decia de la prin1era. Mientras que

M.

Cretineau–

J

oly no manifieste el testo auténtico de este pretendi–

do convenio simoníaco,

110

solo le negaren1os crédito,

sino que en conciencia y por mnor

á

la verdad

ty

á

la

Iglesia, reputaremof:! por falsarios y calu1nniadores

á

cuantos hagan sospechosa la pura eleccion de Cleinen–

te

XIV.

dignos del menosprecio de los hmnbres y de

la rnaldiciou de Dios.-Nadie rnejor que el embaja–

dor de España puede destruir

esa

invencion impia.

Cuando para contestar Clemente

á

sus instancias, le

decia

que

no quería proceder precipitadmneute en la

supresion, para no dar n1otivo

á

pensar, que hubiese

sido ella la condicion de su eleccion, le respondió

Jnorida Blanca, que despues de tres años

y

n1edio dé

tardanza, nadie le acusaría de pacto contra la compa–

ñia."

65.

Oigamos ahora

á

M. Cretineau-Joly-"La

venta

que le hizo jefe de ·la iglesia católica, sirviendo–

nos de la propia palabra de .Aubeterre, esta

venta

siempre

y

hasta el dia ha sido

negada por los jesuitas

y

por muchos escritores; y todos rechazan aun en hi–

potesis, la idea de una transacion entre Ganganelli

y

los caedenales españoles. Sobre este punto histórico

hemos arrojado una luz inesperada; en presencia de

lot> documentos que acabamos de exumar, no es per–

lnitída la duda. N o nos resta mas que seguir

á

Gan–

ganelli en la senda que el n1ismo se trazo." Y luego

para probar"hasta que grado, perdieron los directores

do la eleccion del uucvo papa, hasta el sentimiento