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]a bnla ..
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Cn{mto espacio de tiempo, curtntoo;
ponti:fices entre Cle1ne·nte
XlV,
y
Pio VIl!
DjgRn los lectores i1npareiales, si esta condncta nO>
es una reprobacion de la anterior de Clemente; si
no
es te11or por insuficientes, sin examina1·,.
los
n1otivot;
qne fnndáran la estincion; si no es dar po1.· lijeros
:\
los reyes, por parciales
á
los obispos, por
cahunniado~
Tes
á
doctos
y
sensatos personajes,
po·r
jnjustos
á
to–
.dos;
y
en consecuencia,. po1? buena
é
inocente
á
]a
co1npañia,
y
por santa
y
fiel servidora ele
Ja
iglesia,
de–
la santa S.ede,
y
por útil auxiliadora de l0s
r~yes
y
ele·
Jos obispos, por be11eÜtctora de los puebl0s, por paci–
ficadora y mnante siacera
y
constante de la trm1quili–
dad,
y
por
esencialmente unida su
tausa
á la de la
rel~jior~,
con1o dijera Cle:ruente
XIII. .....
Los sucesos posterio–
J'es doscnbriráu, de que parte estuvo
la
justicia
y
e ~
discreto proceder.
ARTICULO
XXIV.
Dcct'"eto de
Fernando
VII_, á
favo1·
de
Im
eo1npafíia.
§
l.
o
236.
En
Diciembre del mismo año
-escribió
Píf~
VII al rey de España, diciéndole entre otnts cosas·
así-"justas razones nos habian movido
á
restablece í
tan útil sociedad, cr0yendo que los fieles do
J.
Co
aprobariau nuestro proyecto, y hn llegado al co1n1<)
nuestra alegria, querido hijo, cnando hen1os sabido,
<1ue lo aprobabais
vos.
Ituneusos bienes sacará la
~spaña
de los sacerdotes de la con1pañia, porque sa·–
benlos por una larga eaperiencia, que
no
solo por
sus buenas eostun1bres y
vida
evanjélica esparcen el
aroma de la doctrina de
J.
C.,
sino ta1nbien por el ce–
lo con que trabajan, uniendo
á
la vida
Jnas
pura nn
profundo
conocin1~euto
de las cieucjas, estendieudo
y
defendiendo la relijion contra los esfue-rzos de los
malvados, apartando
á
los cristianos de la corrupcion,.
enseñando las bellas letras
á
]a juventud, y forn1án–
dola en la piedad cristiana.
Te
exhortan1os
á
que
eje~