Previous Page  15 / 444 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 15 / 444 Next Page
Page Background

-8-

ba en absoluta independencia dichas congregaciones

1

qt:~

son1etian

á

discusion

su

gobierno." lYiuy de

otro

modo 1-Iablaba el citado

P.

jesuita

á

vista de lo que pa–

saba,

ó

'·'del poco caso que se hacia en Roma de

las

con–

·' gregaciones provinciales,

y

de lo qt;¡_e

en

ellas se propo–

'' nia; de qne no tenian autoridad de hincar un clavo en

"nna pared;

y

de

lá causa principal, que era llevar ade*

'' lante su monarquía los de Roma; por donJe temen es–

'' tas congregaciones,

y

el ver que las de.mas relijiones

"se gobiernan por ollas." Estas congregaciones se reu–

nían para nmnbrar nn procurador, que fuese

á

dar cuen–

ta al general de lo concerniente

á

la provincia, las ca–

sas

y

los colejios;

ó

para nombrar los dos diputados de

la provincia, que con el provincial debian concurrit·

á

la

eleccion del general

(~)

¿Hay en esto algo parecido al

pensamiento que an:alizmnos?

6.

Para acreditar que el voto de obediencia prestado al

general nada tenia de despótico sino voluntario, se ase–

gura que, ''por largo tiempo se esplican las constitucio–

"nes, bajo de todas las formas posibles

á

los novicios

y

á

los estudiantes.'' Quien lea tales palabras, creería que

solo á los estraños se ocultaba cuidadosan1ente las cons–

tituciones de la compañia;

y

no era así. "Aunque

la5

constituciones, adiciones,

y

la mayor parte de las bulas

en que se hallan establecidos los privilejios esten impre–

sas, no

pot~

eso es conocido lo íntimo del instituto. ·Los

jesuitas tienen por regla general hacer de ello un mis–

terio inaccesible

á

los estraños, sin que por eso sean ad–

Jnitidos todos los jesuitas en el secreto. El c01npendio

de los pri vilejios no puede imprimirse sin licencia del

general;

y

los ejemplares que corran para el uso de los

superiore~

y

consultores en las casas

y

colejios, pueden

concederse

á

los

nuestros

con facgltad del pttovincial.

Seria-dificil creer que esta prohibicion so contrajese

á

los in1presos, que por algun medio podrian propol"cio ...

narse los estraños, sino que eila se contraía

á

escritos

n1isteriosos, que no es dado conocer sino

á

los

nuestros.

La quinta congregacion general dió

u~.1a

regla buen'a é

ilnportante,

y

que interesaba

á

todoslos miembros, pu@s

se trataba de

fijar

la_ley que debül. seguirse en su ense-