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ñanza." El escritor de quien toman1os la noticia, cÜce'
así-''por el secreto singular que se prescribe
en
C$te'
asunto, juzgnesc del que se observária en otros Inas de–
licados." El mismo continúa de esta n1anera-"tambien
las declaraciones sobre las constituciones dicen en ge–
neral, que no han de mostrarse
á
los jesuitas novicios
]as constituciones por entero, sino solamente
un
compen–
dio.
En otra
parte se
hace 1nemoria del
compendio,
n1as
acmnodado
á
la observancia de'los
nuestros,
y
que pue-.
de n1ostrarse
á
los estraños·,:cuando conviniere" (3) ¿Era
esto esplicar las constituciones, bajo de todas las for–
Inas
p
·bles, á los novicios
y
á
los
estudiante~?
En otro
artículo hablaremos con mas estencion de esta materia.
7.
Se alega qne los jesuitas estaban contentos bajo
la
obediencia del gcnP.ral,
y
que "vivian tan adictos
á
Ja
compañia como los antiguos romanos á su patria."
Ay!
N
o siempre
el
ser adictos á sn patria, es prueba de es–
tar contentos· en ella. Los ciudadanos de· una naeion
conquistadora, por orgullo hacian ostentacion del nom–
bre
que
los conducia
á
la victoria. Roma era este nom–
bre para los romanos; pero ¿eran siempre felices, sienl–
pre estaban contentos en la ciudad eterna? 1'ambien los·
relijiosos de las demas órdenes:aman mucho
su
instituto
respectivo;
y
¿son todos sus mie1nbl·os
felices, ~están
eqn–
tentos?
Tenia de comun la Compañia de
J
esns con los· pue–
blos antigüos, su manera de ser lihre
y
feliz; comparfl.–
cion que tendrá mas semejanza, si al absolutismo demo–
crático de las antignas repúblicas se sostitnye el abso ...
lntism'On1onárquico del
P.
general de
la
compañia. En–
tonces se tenia por cornpatible la libertad políticá . con
la sujeeion completa del individuü
á
la autoridad. To–
das
las acciones privadas estaban son1etidas á
una se–
vera vijilancié.t: ei gobernante mortificaba
á
los particu.J
lares aun en las relaciones domésticas: entre los Espar–
ciatas no pudo Terpandro
añadi1·
una cuerda
á
su
lira,
sin haber cometido una falta ante los Eforos,
y
en Rorrw:
escnd1;iñaban los censores hasta
lú
interior de
las
fami-
-
lias. 1..,odo lo contrario sucede en el 1ñoderno sistema
de
libertad;
pues ella
consi;;te
en el
derecho
de
no estatt
~