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Pero ya he1nos visto que todos esos gastos son una
pcqueñisima cantidad, que muy poco menguaba el
millon anual de pesos, que acumulándose se enviaba
afuera cada seis años.-"Se toman precauciones para
que los nuevos cristianos tengan comercio con los es–
pañoles, y la necesidad de esta precaucion se hace
sentir mas y mas." Y ¿nó podía tener por objeto esta
necesaria
precauciou, el ponerse á cubierto de toda
esploracion, para trabajar sin peligro en lo que se tra–
bajaba?
¿N
ó baria mas y mas creíble este motivo de la
precaucion, el descarado empeño de hacer pasar gran
número de religiosos estrangeros á las misiones del Pa–
raguay, mintiendo sobre su nacionalidad, y quebran–
tando leyes espresas de los monarcas españoles?–
"Las leyes han permitido á los indios el uso de las
armas: lo que era absohlta1nente necesario para con–
sultar su seguridad, y los reyes han sacado mas ven–
taja."
Y
han visto ya nuestros lectores, que no siem–
pre la seguriétad de los indios, sino ta1ubien el inte–
rés de los padres, con peligro de los propios in'dios,
era el1nóvil que aconsejaba la guerra, que padres ca–
pitaneaban contra las mismas tropas del monarca,
aunque los padres 1nuertos, no por ódio á
J .
C. sino
por ódio
á
la conducta hostíl, fueron proclamados
mártires.
Dejamos
á
nuestros lectores los clemas puntos de
con1paracion de las relaciones anteriores con la del
P .
Charlevoix, que sin advertirlo, presentaba :fl.ancDs
en
su historia, para que el ojo menos prevenido des–
cubriera esplicaciones interesadas, que tornan contra
el crédito de la narracion. Verán si los padres no pu-
, sieron dificultad á las visitas de los obispos; y si nin–
guna se hizo
sin imponer silencio d los calumniadores;
pero recordarán los sucesos del Obispo Cárdenas, con
lo demas que dejamos referido sin salir del Paraguay,
y dirán•si hay verdad en estas palabras-los
jesuitas
pedían las visitas de los obispqs.
No justificarán por
cierto en todo la conducta de los españoles, cuya en–
trada se empeñaban los padres en Ílnpedir; no apro–
barán las
encomiendas,
título ele horrible servidumbre,
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