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]os oficios, do la razon y cuenta que hacían llevar en
los bienes comunes y particulares, con lo de1nas que
verán los que quieran registrar.
}t!Ias por bueno y paternal que fuera este gobierno
de los Incas, no podía servir de norma de gobierno.
Seria bueno para determinada época
y
no mas allá; lo
seria en comparacion de otros gobiernos, que con la ·
mis1na suma de poder la
mnp1
eaban en opresion
y
da–
ño de sus súbditos; y lo seria para los amigos y de–
fensores del gobierno absoluto, pero no para los que
desean emanciparse, y aspir an al desenvolvimiento
de su perfectibilidad. Pudo decir el P. José de A costa
de la misma compañia, y citado por Garcilazo, que
"la mayor riqueza de los Incas era ser esclavos suyos
todos sus vasallos,
y
no se les hacia servidumbre sino
vida muy dichosa;" sen1ejante lenguaje no puede em–
plearse por todos los h01·nbres y en todos los tiempos,
y 1nucho n1enos en el nuestro.
Aplicando estas observaciones á los pueblos del
Paraguay, resultan los mismos inconvenientes y las
n1ismas verdades . Su gobierno, como el de los Incas,
no podía dejar ele ser estacionario: la riqueza no esta–
ba repartida: se adelantaría en las artes) y si se quie–
re en las ciencias,
ó
poniendo una comparacion exa–
jerada, á 1nanera de la China, sin salir de un círculo
en n1edio de la ostentacion y pompa de la corte celes–
tial, porque era la corte celestial. El Dictador Fran–
cia inlitó
á
los padres de la compañia, se cerró; y aun
que un escritor a1nericano ha hecho un gran elogio del .
gobierno que inn1ediatan1ente st-icedió á Francia, ha
vuelto al camino de este "el Presidente,ómas bien dicho
el dictador Lopez, con poca diferencia. La eleccion de
presidente debe hacerse cada siete años; pero nadie
d eposita sus votos en las urnas; solo son admitidos
algunos privilegiados. Todas las propiedades gran–
des pertenecen a] gobierno, siendo muchas de ellas
bienes confiscados. Ningun asunto grave, sea ci_vil ó
eclesiástico, se despacha sin la aprobacion del presi–
dente, que parece el patriarca de una gran familia,
y
no cuida. de la
educ~wion
del pueblo. Hay unª