Previous Page  60 / 408 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 60 / 408 Next Page
Page Background

-

53-

]os oficios, do la razon y cuenta que hacían llevar en

los bienes comunes y particulares, con lo de1nas que

verán los que quieran registrar.

}t!Ias por bueno y paternal que fuera este gobierno

de los Incas, no podía servir de norma de gobierno.

Seria bueno para determinada época

y

no mas allá; lo

seria en comparacion de otros gobiernos, que con la ·

mis1na suma de poder la

mnp1

eaban en opresion

y

da–

ño de sus súbditos; y lo seria para los amigos y de–

fensores del gobierno absoluto, pero no para los que

desean emanciparse, y aspir an al desenvolvimiento

de su perfectibilidad. Pudo decir el P. José de A costa

de la misma compañia, y citado por Garcilazo, que

"la mayor riqueza de los Incas era ser esclavos suyos

todos sus vasallos,

y

no se les hacia servidumbre sino

vida muy dichosa;" sen1ejante lenguaje no puede em–

plearse por todos los h01·nbres y en todos los tiempos,

y 1nucho n1enos en el nuestro.

Aplicando estas observaciones á los pueblos del

Paraguay, resultan los mismos inconvenientes y las

n1ismas verdades . Su gobierno, como el de los Incas,

no podía dejar ele ser estacionario: la riqueza no esta–

ba repartida: se adelantaría en las artes) y si se quie–

re en las ciencias,

ó

poniendo una comparacion exa–

jerada, á 1nanera de la China, sin salir de un círculo

en n1edio de la ostentacion y pompa de la corte celes–

tial, porque era la corte celestial. El Dictador Fran–

cia inlitó

á

los padres de la compañia, se cerró; y aun

que un escritor a1nericano ha hecho un gran elogio del .

gobierno que inn1ediatan1ente st-icedió á Francia, ha

vuelto al camino de este "el Presidente,ómas bien dicho

el dictador Lopez, con poca diferencia. La eleccion de

presidente debe hacerse cada siete años; pero nadie

d eposita sus votos en las urnas; solo son admitidos

algunos privilegiados. Todas las propiedades gran–

des pertenecen a] gobierno, siendo muchas de ellas

bienes confiscados. Ningun asunto grave, sea ci_vil ó

eclesiástico, se despacha sin la aprobacion del presi–

dente, que parece el patriarca de una gran familia,

y

no cuida. de la

educ~wion

del pueblo. Hay unª