-24-
nado hermano Sama escribía asÍ:-"El padre Nuñcz
dice, que la salida del gobernador para campaña se
habia publicado para el 28 de Diciembre, que se ha·
bia diferido para 10 de - Enero, despues para el28,
y
que llegará.á diferirse para el 50 de Febrero que nun·
ca llegará; pues todo es ir dando largas, hasta que
vengan las resultas de Madrid.
11
284. "Las cosas tomaron un aspecto bien chocan·
te: hubo campañas entre los egércitos de España
y
Portug~l ~por
una parte, y los del reino jesuítico por
otra. El gobernador español se ponia de parte de los
padres, sin pensar en los servicios que debía. al Rey:
el P. Henis siguiendo de cura contra la prohibicion
del padre comisario, hacia tambien de ingeniero, di–
rector y capitan general de los indios: hubo batalla
y '
sangre, quedando vencidos los indios: lo que no era
estraño, decía el tal padre, siendo menores en nÚ·
mero, no estando bien armados
y
no teniendo discí–
plina. Pues si estos eran los españoles y estos los in·
dios, ¡qué maldad no cometieron los padres curas,
que los compelieron con sus exhortaciones á venir
á
ser víctimas! ¿Qué le pa:recen al P. Henis las razo–
nes que antes proponía para sacar de su desidia
á
los
indios? Y como el Rey estaba informado de que los
jesuitas tenían la culpa en la resistencia de los indios,
se mandaba llevar
á
efecto el tratado, y eran decla–
rados reos de lesa magestad los padres, si no lo com.
ponían todo: se preparaban tambien nuevas tropas;
todo lo cual es calificado por el P. Henis de severo, iní·
cuo y nunca esperado."
285. "Sucedió despues, que el conde de Bobade–
lla agente del Rey de Portugal entró en relaciones
con el P. Henis, para sacar por medio de él y demas
padres las venta:ias posibles al 'Rey su amo. Tambien
el de España envió mil veteranos al cargo del tenien·
te general D. N. que venia á s'er gobernador
y
era
estrecho amigo del P. Rabago. Llegado:á Buenos-Ay·
res mostró tanta adhesion al comisario real, que lo
era el Marqués de Valdelirios, cuanta av.ersion
á
los
padres de la compañia; pero de noche se trocaban los