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edad de 24 años, jó,Ten ele carácter sencillo,

y

de com–

plexion débil, pero cuyo valor y fuerza eran sosteni–

dos por una fuerza mayor.''

"Diversas fueron la.s opiniones acerca del hecho del

monje: muchos lo alababan, repntándolo digno de in–

mortalidad: lo vituperaban otros, distinguidos por su

instruccion y prudencia, negando que por autoridad

privada fuese permitido matar

á

un Rey. Alegan pa–

sajes de la Historia Sagrada y profana, y dicen, que

no se tendrá respeto á los príncipes, sin el cual no

hay imperio, si los pueblos estuvieran persuadidos de

que era lícito á los súbditos castigar los pecados de

los príncipes, y con verdaderas

ó

simul::~,das

·causas

~se

perturbaría ]a tranquilidad de la República,'' Al re–

ferir estas pruebas, las cierra el P .

~1ariana

con esta

observacion-así

disputan los que dejie1iden al tirano.

Y

luego espone las razones que alegan los ·patronos del

pueblo; pero considerando los malas que pudieran so–

brevenir, dice que el camino mas seguro, es ocurrir á ·

una Asamblea pública, amonestando primeramente al

Rey, y si se negare, desconocerlo, y si las cosas fue–

ren adelante, declararlo público enemigo y como á tal

matarlo.

La misma facultad tendrá un hombre privado,

que arriesgándolo todo, quisiera hacer esfuerzos para

ayudar á_la República.

Y

¿qué decir, si el Príncipe

ha impedido que haya Asamblea?

Or~o

que se debe

juzgar por los mismos principios: porque la opresion

que sufre la República, no quita la voluntad de abolir

la tiranía,

y

de castjgar los crímenes manifiestos é in–

tolerables del Príncipe, y de reprimir sus perniciosos

atentados, como si destruyese la religion del país

ó

trajese al el)emigo á sus Estados.

Al que coriforrne á los

deseos públicos, intentase matarle, no lo creería culpable de

accion inícua.

Así la cuestion de hecho es la única que

se ventila, á saber, cual sea el Príncipe que deba re–

putarse por tirano; pero ]a de derecho,

ó

que

es permi–

tido matar al tirano,

está fuera ele duda."

"Si el Concilio de Constancia condenó en la sesion

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que

cualq~~ier

súbdito podia y debia matar al tirano, no

solo abiertamente sino tambien por insidias

y

fraude,.

yo no

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