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tes; otro de Súmulas para pasar á Lógica, otro de
Lógica para ingresar al Colegio, otro de Filosofía para
quedarse en él á oir Teología; otro de Teología para
ser pasantes en él
y
otro de todas las Artes para ·poder
ser nombrados lectores de esa facultad. A todos exa–
minaban tres padres Maestros de los más doctos y gra–
ves de la Provincia nombrados para el efecto por el
Capítulo Provincial. Rigurosa sobremanera era la disci–
ciplina que se observaba en los exámenes y el estudio
general de Artes y Teología. Véase para prueba de
ello el capítulo 38 del cronista padre Torres, que tras–
cribiré aquí y del cual son también casi á letra las de–
más noticias referentes al Colegio de San Ildefonso.
<<(/)e la
distribuci6n
de
los estudios:
A las cuatro de la mañana despiertan
y
dan luz
á todos los del cuerpo del estudio: Regentes, Lectores
y
estudiantes; á éstos para que estudien, á los otros
para que los velen mientras estudian, porque insistan
con más atención á sus lecciones. Están en estudio
quieto en sus celdas abiertas las puertas hasta las seis
de la mañana.
l\
esa hora tañen la campana á lección
de prima, van los teólogos á su Genera]
y
los Artistas
al suyo. donde están hasta las siete: á esa hora tañen
al coro
á
rezar Prima. y las demás horas menores con
el!oficio de Nuestra Señora; van al coro los .Artistas
y ·
pasantes sólamente, porque los teólogos se quedan á
oir la lección de Nona hasta las siete y tres cuartos;
á
esa hora los estudiantes y pasantes que han ido al co–
ro oyen una misa rezada, y los teólogos van á la Uni–
versidad, á las ocho, é cursar la cátedra de Sagrada
Escritura, que al presente lee N. P. Mtr. fray Juan de
Ribera, y ésta sólamente cursan ahora, porque la su–
pernumeraria que regenta el P , Mtr. fra y Bernardo de
Torres en la misma Universidad, la cursan los teólogos
del convento.
A
las ocho, cuando los teólogos van á la Universi–
dad~
los Artistas vuelven
á
su aula á oir otra lecci ón
de Artes hasta las nueve; á esa hora vuelven de la U
ni-