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per stultitiam prredicationis salvos (acere credentes
(2), Así brillaba
la sabiduría y la omnipotencia de Dios en medio de la ignorancia y
la debilidad humana,
y
el orgullo se retiraba confundido.
No negamos por estola autenticidad
y
divinidad de los cuatro libros
de los Evangelios: los repetamos como el que mas, y en el amor
y
obediencia
á
ellos jamas nos dejaremos vencer por los protestantes.
Decimos empero, que no son ellos la .única autoridad infalible, ni la
única regla de fe
necesaria ;
y
que en ellos no esta todo el Evange–
lio de Jesucristo. Los cuatro libros de los Evangelios no existían en
vida de Jesucristo; fueron escritos mucho despues de su muerte,
y
el de S. Juan por los años 96 de la era cristiana. Y sin embargo el
cristianismo. se había fundado
y
los primeros discípulos de Jesus se
habian santificado sin tener los libros de los Evangelios : el Evan–
gelio existía sin esos libros. La Iglesia era la depositaria del Evan–
gelio; los Apostoles, Obispos y Sacerdotes los que guardaban este
sagrado deposito de doctrina, sin libros, para
predicarla
y
ense1iarla
•
á
toda criatura,
por mandato de Jesucristo. Los Apostoles San
A~-
dres entre los Escitas
y
en Acaya de la Grecía, San Felipe en el Asia
mayor
y
en la Frigia, Sto. Tomas entré los Partos
y
en la India
oriental, San Simon en la Mesopotamia
y
en la Persia, San Judas
Tadeo en la Arabia, la Idumea y quizftambien en la Mesopotamia,
fundaron iglesias con
la predicacion
del Evangelio, sin que se sepa
tubiesen ningun libro escrito del Evangelio. En los dos primeros
siglos del cristianismo, segun Tertuliano, rara era la .iglesia que tu–
biese recibidos
ó
conocidos los cuatro libros de los Evangelios (
f).
Algunas solo conocían el muy compendioso de S. Marcos, otras el
de S. Lucas, que carece de muchas cosas, otras el de S. Mateo que
tampoco es completo. El libro del Evangelio por S. Juan que ha
añadido muchos hechos y.puntos doctrinales
á
todos los de los otros
Evangelios,
y
á
las Epistolas de S. Pablo y demas Apostoles, nos
(i)
l.
C~r.,
c.
1,
v. 2t..- (2) Lib.
de Prceser.,
et lib.
Contr.
Mat·c.