Previous Page  61 / 392 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 61 / 392 Next Page
Page Background

- ot

• nados por el Evangelio, es el dogma

y

la

pr~ctica

de

la

confe–

»

fesion (1).

>>

A esta impostura de los priméros

rreformistas,

núestro

Dh

De

Sanctis no ha añadido mas que la novedad del absurdo. En efecto,

¿

qué

divino Código

es este,

que Cristo habia dejado

AL PUEBLO,

cuya posesion arrebataron los sacerdotes? El cristiano menos ins–

truido sabe que Jesucristo no escribió Código alguno; que

vino

á

Evangelizar

á

los pobres

y

á

sanar

e~

los contritos de cOrazon

(2),

y

que ocupó los años de su vida pública,

predicando el Evangelio llel

reino de Dios

(3), esto es, enseñando por palabra y con el buen

ejemplo su ley santa

y

celestial doctrina (4). Lejos de dar Cristo

al

pueblo

algun código escrito, encargó

á

sus Apostoles

y

discípulos,

los Obispos

y

los Sacerdotes,

el ministerio de la palabra

como me–

dio el mas aproposíto para instruir

á

todas las naciones. No les dijo:

escribid libros del Evangelio

y

dadlos al

pueblo

para que se instruya

de por sí. Sabia el divino Maestro, que en este caso la gran

m~yoria

de los hombres quedaria excluida de los beneficios de su redencion,

· ya p9r no saber leer., ya. por no poder alcanzar la inteligencia. de

sus altos misterios

y

sublime doctrina. No dijo

á

los pueblos: No

necesitais de los sacerdotes para

vuestr~

ilustracion, por que ellos

han de adulterar mi doctrina evangelica. Mandó sí,

y

dijo

á

los Apos–

toles sus primeros ministros:

«

Id por todo el mundo,

predicad

el

Evangelio

á

toda criatura :

in.'ltruid

á

t9das las gentes,

enseñándolas

á

guardar todas las cosas quo

Yo os he man,dado.

Alos pueblos, que

no

quier.an

recibir. vuestra doctrina, abandonadlos, y sacucid el

polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos (1).

>>

Tanto es

verdad, que

en lo esencial

del plan divino para la civilizacion

y

sal–

vacían del mundo no entraban los libros escritos, que San Pablo en

cir.rto modo los excluia'l numerando solo la predicacion.

Placuit Deo

(l )

Ensayo,

p.

l2 y lo.-

(2) Luc., c.

IV,

v. i8.- (3) Marc., c.

1,

v.

t4.–

\4) Act. , c.

1,

v.

:l.

-(o)

Marc ., c.

xv1,

v.

io;

Matth., c. xxvm, v. i9, et c. x,

v.

U ; Luc.. c.

IX,

v.

o.