CAPITULO 111
El Protestantismo negando la Confesion sacramental ha probado su orígen divino.
El protestantismo era una novedad del siglo XVI,
y
una novedad
Ja mas audaz y escandalosa que ver se pueda. Un ho·mbre sin
mision y sin garantías de ninguna clase pretendía desmentir
á.
un
mundo entero civilizado. El error personificado en Lutero desafió
á
la verdad, y abrigaba la esperanza de desalojarla de sus antiguas
posesiones; porque contaba con los poderosos medios de la fuerza
de las bayonetas y los cadalsos, los vicios y la impostura. Pero, los
.cadalsos y las bayonetas solo intimidan
á
los cobardes ; los vicios
solo hallan cabida en los corazones ruines
é
innobles; la impostura
solo puede preocupar por momentos
á
la ignorancia ; y la verdad
catolica contaba entónces como siempre con millones de atletas que
saben coronar su heroísmo con los laureles del martirio, de cora–
zones honrados que no se venden
á
los intereses materiales, ni
á
la
voluptuosidad de las
pasion~s,
y
de inteligencias elevadas que sa–
ben quitar la máscara
á
la hipocresía, y desvanecer Jos sofismas de
la mentira.
Sin embargo, la nueva heregia hizo sus progresos; y estas con–
quistas de la fuerza brutal
y
del imperio de las pasiones hubieran
sido menos duraderas
y
no tan temibles, sí la impostura, disfrazada
con todas las galas de la verdad
y
del celo religioso, no hubiese
tomado una de las armas mas poderosas, de que disponía la verdad
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