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- 318-

con pureza de

fe~·

costumbres se babia consagrado

á

esta tarea,

dice de sí lo siguiente :

«

Para seguir

las benéficas insjituciones clel

>>

l!tvangelio~

me babia asociado

á

una Congregacion de cler;gos')

(la de San <;ami lo), dedicados por su instituto al alivio de la

1>

humanidad doliente (con oir las confesiones

y

exhortar

á

los

>>

moribundos),

y

que lleva por insignia el sublime mote del Hom–

' bre Dios :

Ning~tno

tiene mayor amor que este? que expone su

»

vida por sus amigos

(Joan. xv,

13.)

Al primer asomo del mor–

>>

tifero morbo asiatico en Italia, rogué

y

~btuve

el poder ofrecer

» 1ni vida en alivio de mis hermanos, como me

orde~1aba

el Evan–

>>

gelio,

y

el hospital de San Bartolome en Genova el año

i83o, y

>

el hospital de San Juan Laterano en Roma el de

1837

me hos–

»

pedaron por todo el tiempo que duró en ellos la epidemia,

y

>>

aquellos 'meses,

puedo decir,

han

sido

EL

UNico

TIEMPO FELIZ

>~

de

nú vida

pasada

(1). »·Entonces se confesaba él,

y

se ocupaba

de continuo en ]a

benéfica

y

evangelica institucion

de confesar

á

Jos enfern1os

y

moribundos para su alivio

11!

Pero, unos einco

años despues se corr0111píó su corazon,

y

de consiguiente se estra-

'

vió su entendimiento;

y

entonces el ministerio de oir las confe-

siones de los fieles sanos

y

moribundos ya no era una

institucion

benéfica

y

evangelica y de sumo alivio

para

la humanidad doliente,

y

la mas sublime accion, que puede haÚ:rse por nuestros hermanos;

las ideas

y

las eostumbres se habían trastornado para él,

y

la dis–

ciplina ele la confession para el individuo era ya una degradacion

y

envilecimiento

(2).

Y¿ sabeis por qué?

«

Por que los penitentes se

»

arrodillan ante los confesores, que son otros tantos...

malvados

»

ele todo genero ... ,

que hacen del

c~nfesonar~o

catedra de co?·ntp-–

»

cion

y

prostitucion . ..

Ni

podria ser de otro modo desde que los

)) jovenes de los seminarios leen las torpezas que se hallan en los

»

libros de teologia moral ...

(3).

»

(1)

En~ayo ,

dedica toria, png. 13

y

H·. .-... (2) Cup.

l S.,

pag.

KXVI. -

(3) Cap. vlr;

pag.

60:

ti~

y

66.