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320

nado

ú

n1uerte

~

el pontificado

C:

e Gregorio XV1;

y

los cinco

presbíteros del proceso de Casale de

18o0,

fueron igualmente cas–

tigados. El n1ismo

traductor

nos avisa que estos cinco fanáticos no

eran sacerdotes ca

tolic.os

,

y

que algunos ni sacerdotes eran.

«

Por

>>

.haber hecho uso de

falsos nontbres

y

carácte1:

(dice),

y

come–

»

tiendo robos

y

fraudes de todo genero entre los simples fieles de

>

aqueÚos lugares (del Piamonte), por haber propagado principios

»

contrarios al Ev'angelio de Dios, hasta hacerles creer que Gris–

»

nachi (su jefe) era el mismo Jesucristo en persona, etc.

(1).

»

Y

dehia añadir el

traducto1',

que el medio que empleaba Grisnachi

para seducir

y

prosti tu ir á las mujeres (con1o nos lo ha asegurado

un testigo ficle digno que se hallaba en aquellos lugares), no era la

confesion, sino

el1nagnetisnw.

No eran pues los sacerdotes catoli"'

cos, sino los

apostatas

y

hereges

los que profanaban la Religion

sacrosah ta

y

sus venerabies sacramentos. Yo

111e

hallaba en Roma

en ]a misma época? que el Dr. De Sanctis: en la epidemia del

Ccílera morbo

de

1837

empecé

á

ejercer el n1inisterio de oir las

confesiones en la santa cindad : por cinco años continuos prosegui

la carrera apostolica predicando misiones

y

confesando dia

y

noche

en n1uchos pueblos

y

ciudades de los Estados Pontificios ;

y

no re–

cuerdo haber hallado

un solo caso

de torpe solicítacíon en el confe–

sonario por algun sacerdote.

¿

Dónde estan pues

los centenares de

millares de victimas?

Nadie detesta mas, ni vela con mas ardoroso celo contra los

SGl–

cerdoLes profanadores del santo sacramento de la Penitencia, que

los Romanos Pontífices

y

los Obispos catolicos. Ellos jamas consien–

ten que se habilite sacerdote alguno para oir confesiones, si no

consta con datos positivos de su ciencia

y

santidad de vida. A los

primeros asomos de su corrupcion, los privan del ministerio sacer–

dotal,

y

los castigan con severiqad. La sana moral del catolicismo

(J)

Ensayo,

110ía

22,

pag.

'cl7.