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>>
un juego, ocu"tan los pecados,
y
solo se acusan de cosas peque-
»
ñas
y
ridículas, que uno se ruboriza de referir, para no partic.i- .
>>
par de su demencia (1).
»
Parece, que nuestros hermanos sepa–
rados los protestantes, han querido desenterrar estas momias, si
bien con un poco mas de seriedad. Sin embargo, los Audianos,
cuyos errores y extravagancias desaparecieron muy en breve sin
pasar
l~s
confines de la Siria,
die~on
un solemne testimonio de
la
institucion divina y la necesidad de la confesion al sacerdote en or–
den
á
la absolucion de los pecados, que se practicaba en la Iglesia
catolica, y que ellos solo trataron de adulterar.
En el siglo
VI
el uso de la Confesion sacramental no era menos
ft~ecuente,
que en los anteriores. Los Romanos Pontífices,·custodios
!
directores natos de la disciplina apostolica en órden
á
la adnünis–
tracion de los santos Sacramentos, trataron de establecer ciertas
reglas para hacer mas digna y mas provechosa la del sacramento de
la Penitencia. De estas reglas, cuyo orígen tal vez es debido al Papa
San Inocencio 1 y su desarrollo al Pontífice San Gelasio I,
6
al
Papa San Gregorio Magno, resultó el libro del
Orden Romano,
cuya antiguedad es bien conocida., con:to prueban los críticos mas
eruditos
(2).
En este ritual se da una perfecta
y
cabal instruccion
al Sacerdote confesor acerca de la confesion sacramental. Esta no
es
pública,
sino
secreta
y auricular; se le señala al Sacerdote el in–
ter~ogatorio
de
todos
los pecados que debe hacer al penitente en
caso que no quede satisfecho de su acusacion; las amonestaciones
que le debe hacer; la penitencia que le debe imponer, que para
(i)
«
Nam et Episcopi, et diaconi, et presbyteri ex ecclesiasticis tabulis expun–
»
guntur ab Audianis. Hi autem peccatorum remissionem dare se jactan
t.
Duas
>>
enim in partes libros sacros cum adulterinis dividentes, et ordine bine inde col–
))
locantes, ínter hosjuhent transire unúmquemque,
ET PECCATA SUA CONFITERI;
)) deinde confessis dant veniam, non tempus ad poonitentiam, sicut Ecclesire leges
»
prrecipiunt, sed eK potestate condonantes. Scientes autem, qui sic transeunt, lu–
>>
dum esse quod agitur, vera peccata celant, et parva quredam risu digna dicunt,
»
qure et dicere aliquem pigeat, nisi eadem qua ipsi amentia tentatur.
»
Theodo–
ret. Episc. Cyrensis.
Lib.
IV
Hcerica1·. fabulm·. Compend. Patrol. grcec.,
t.
XLIII,
col. 208, -
(2) Vide
Patrol.,
torr1. LXXVIII. col.
mm, 93o
et 1.007.