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r-

18() -

con repetícion atribuye esos cargos (1), ¿Quien le ha dicho al neo–

protestante, que entre los fieles de Roma no habia sacerdotes, ni

obispos? Cuando San Pablo escribía esas palabras á los Romanos

¿no existía en Roma S. Pedro, San Clemente y tantos otros Sacer–

dotes? ¿Quién predicó, bautizó, yadministró los otros Sacramentos

á los Romanos? ¡Hasta dónde llega la ignorancia! Pero oiga otra

vez nuestro pobre proscrito

á

San Basilio,

y

sea su voz sonora la

que le imponga silencio.

«

Nadie podrá negar (así habla el santo

>>

Doctor en sus Comentarios sobre Isaias), nadie podrá negar, que

»

por las palabras del capitulo

10,

v.

19

del Profeta sean indi–

>>

cados AQUELLOS QUE PRESIDEN EN LA

YGLESI~,

puesto que SOn

>>

ellos los que llevan su vida en la inocencia y en la integridad,

>>

y

puesto que ellos SOn aquellos, A LOS CUALES CONFIESAN LOS

>>

PECADORES SUS PECADOS OCULTOS, de los cuales nadie es testigo

>>

sino Aquel que escudriña los ocultos escondrijos de cada uno de

>>

los hombres

(2).

>>

Confiese ahora con ingenuidad el Dr. De

Sanctis cual sea la doctrina .de San Basilio sobre la confesion, y sí

en ella los pecadores deban ó no explicar el numero y las cir–

cunstancias de sus vicios, como expresan los enfermos

á

los médicos

sus enfermedades.

Con igual claridad y precision, que San Basilio en Cesarea de

Capadocia, enseñaba en Constantinopla el dogma de la confesíon

auricular al Sacerdote su digno y constante amigo San Gregorio

Nacianceno por los añ-os de

378.

Este sublime y profundo Doctor,

despues de haber definido al sacerdocio en estos términos -

«

Es

»

el Sacerdote

el santificador de las almas,

que une al hombre con

»

.

Dios,

y

á

Dios con el hombre, por un misterio religioso é ine-

(i)

Ephes.,

c.

6,

v.

iO,

Galat.,

c.

6,

v.

i ;

Coloss.,

c.

1,

v.

H; et 2.

Tim.,

c. n,

V.

i. -

(2)

«

lnclicari

(pe1·

Jsaiam,

C.

fO,

V.

i9)

EOS QUI ECCLESilE PRlEFICIUNTUR,

»

negav~rit

nemo,

eo quod vitam degant in innocentia et integritate, et quod

PEC–

,, ACTA OCCULTA

quorum nullus est testis nisi is qui abditos cujusque recessus

>>

scrutatur.

SIBI A PECCCATORIBUS CONCHEDANTUU.

»

S. Basil.

Comrnent., in

cap.

x.

Ysai, Patrol. grrec.,

tom.

XVII,

col.

HoO.