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to
á
su genuinídad
y
la pureza de su doctrina por los mas severos
criticas modernos
(l).
En la segunda parte pues de esta Epístola,
el Santo Apostol nos manifiesta
el camino de luz
que debe condu–
~irnos
á
la eterna felicidad, trazado en una escala de preceptos
y
documentos divinos, que empezando por el de amar á Dios, que
nos crió, y glorificar á Jesucristo que nos redimió, concluye con el
precepto de la Confesion en esta forma :
«
Confesarás tus pecados,
»
y no te acercarás á tu oracion con mala conciencia. - Este es
»
el camino de luz (2).
»
Sin duda S. Bernabé hablaba de la con–
fesion auricular al Sacerdote ó al Obispo, únicos que habían recibi–
do de Jesucristo la potestad de perdonar los pecados. La confesion
,
á
solo Di9s, que pretenden los protestantes, se hace en la oracion;
y S. Bernabé no queria, que el pecador fnese
á
la oracion con la
conciencia manchada sin que precediera
la Confesion.
La
institu~
cion divina y la practica de los Apostoles y de sus discípulos inme–
diatos era de confesarse al Obispo ó al Sacerdote. Así lo enseño en
aquella misma época San Ignacio Martir, consagrado por San
Pedro Aposto]
y
designado Obispo de la Iglesia de Antioquia; el
cual en su Epistola genuina
á
los fieles de Esmirna les habla en este
tenor :
«
Dios perdona
á
todos los penitentes, si se convierten por
, la contricion para la union con el mismo Dios, y comunican el
»
estado de su conciencia al Obispo (3).
»
La confesion al Obispo, ·
segun el santo Martir, era tan necesaria para alcanzar el perdon de
(l) Vease la critica de Nourry,
y
la de Gallandio.
Patrol. grcec.,
t. 1, col.
Ho9
et
H7l. -
(2)
«
Diliges Creatorem tuum, gloria a:fficies eum qui redemit te
a
»
morte...
CONFITEBERIS PECCATA TUA.
Non accedes ad orationem tuam in cons–
»
ciencia mala. Hrec estvia lucis.
»
Epístola catholica S. Barnabre Apostoli, cap. 19.
De via lucis, Patrol. /bid.,
col.
i227
et 1228. -
(3)
Omnibus igitur pcenitentibus
remittit Deus, si se conve?·tant ad unionem, cum Deo et ad communionem cum Epis–
copo.
Epist. S. lgnat. M. ad Smyrnos, c.
VIII,
Pat1·ol. gr.cec.,
t. IX, col. 683. -
Muchas veces con el nombre de
communio
los antiguos Padres y Concilios
designa~
han la Confesion y absolution sacramental
y
la distinguían de la sagrada comunion
del cuepo del Señor, llamando
a
esta
Com-munio dominica,
vel
Communio Eucharis–
tice,
como se ve en los Concilios Iliberitano
y
Arausicano, y como prueba con otros
ejemplos Natal Alejandro.
Hist. Ecc.,
sec. 3, dis. 7.