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VELADA SEGUNDA.
El
sol
aca.bamajestuosamente su carrera dorando
la
neva.–
da cumbre del Misti, parecia que iba á bañarne en
lastrém•1fas:
ondas del mar: derramaba un frescor delicioso en la atmósfera, y
las flores de la campiña bala11ceáhdose sobre su fü::xible tallo es–
parcian por do quiera su oloroso perfume: los sencillos
lahrai<ito~
res cruzando los campos, se encaminaban á sus hoganls ento–
nando cantares ele dicha y ele amor. La solícitfi madre encen–
dia fuego
pa.raguisar las via.ndas, preparaba
lai
bebida para su
fatigado esposo, y de su humilde habitacion se ele>1aba hasta el
cielo una larga espiral de humo, iluminada en. su. bas·e por un
rojizo resplandor, y poco á poco se iba disipando. iSencillos al–
deimos! ¡sois felices, y vuestra felicidad está cifrada en el can–
dor
é
inocencia ele vuestras costumbres! Miéntms el ambicioso,
elevado á la cumbre de la grandeza, busca en vano bajo el purpú–
r eo cortinaje el sueiio que huye de él, v:osoti:0s al salir del traba.–
jo, lo encontrais en yuestra tra11quila cabecera. Así el homBre
honrado disfruta al lado ele su casta esposa las delicias puras,.
que no le pueden proporcionar al libertino los halagos ele una
impura cortesana.- 1\liéntras eontemplaba ese cuadro pintoTesco.
ví venir á mis amigos, y todos juntos pasamos un puente for–
mado ele taLlas puestas sobi:e clos gr andes vjgas,
y
nos. sentamos.
bajo tres graneles
y
hojosos sances-
Eliseo.-Amigos
mios, yo creo
~ue
así. como se aBusa ele la..
sencülez de un niño, así s--e abusa ele la. credulidad.del
puel:1lo ~
Gerarclo.-¿Por
qué creis esto?
Eliseo .-Po1·que
cuando las sociedades modernas agonizan
a.sfixiaclas por el antimonio del error, del vicio
y
de la iuel:i
gion, nos dicen que progresamos
y
nos civilizamos.
Gu.ille?"?no.-¿No
sábes, mi Gerarclo; que por primera \"ez s&
ha erigido en principio la muerte prévia. ele la. socieclaa, ]?ara.
despues reformarla.?
Gera.rdo.-Esto
me parece·muy racional, pues pa1'1li levan–
tar un edificio nuevo, es preciso·arruina r el aBtigno.
Giiillermo.-¡Oh
Gera1·étor esto es tan r acio:eal como el que
intentase curar á un enfenno matá.nclolo-: aJJ.or11;
q.uecruge el edi–
ficio social, en vez ele reparar sus quieb.rns, lo demuelen; uo pa–
ra levantar otro de nuevo, lo que es imposible a,l hombre, sino
pa.racebarse en sus ruinas.
Eli.seo.-Se
quiere crear un estado social fuera de
la
concli–
cion eterna del hombre
y
de la humanidad, contrn.Fia al instinto
y
á
la práctica univetsal. Se intenta contra el buen sentido
y
la