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EDIOTOS.
no se hallaban en esta Ciudad, y que por esta razon no
comparecieron
á
presentar las licencias de Celebrar,y Con–
fessar, Mandamos, qúe lo executen ahora todos, los que en–
-tonces estubieron ausentes,
y
actualmente residen en esta
Capital, 6 vinieren
á
ella, y que en el entretanto queden
suspensas.-Dado en los Reyes
á
trece de Noviembre de
este año de 1754.
PEDRO ANTONIO-ARZOBISPO DE
Lna.
Por mandado de su Dlma. El Arzobispo mi Sr.
D. Joseph Barbadülo y
Fria.s,-Secretario.
Ea
copia de su original.
Don Cayetano
de
Soria,-N
otario Mayor.
+
EDICTO DE 9. DE DICIEMBRE DE 1754.
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OCO ha, que
á
nuestros Presbyteros les hicimos pre·
sente la obligacion, de aplicarse
á
los estudios pe–
culiares, y correspondientes á su Estado, para poder
administrar provechosamente el Sto. Sacramento de la Pe·
nitencia; ahora, instruidos de la asiduidad, conque muchos
cotidianamente frequentan la sacratissima Eucharistia, es·
pecialmente personas del otro sexo, que por su Caracteris·
tica delicadeza necessitan de inspecciones mas exactas pa–
r a su govierno, nos ha parecido propi·io de Nuestra obliga–
cion, dar los avisos, que son precissos en vn asumpto, que
en todos tiempos, y por todos los Varones mas doctos, y
espirituales se ha mirado, como el de la mayor atencion, y
digno de vigilantissimo cuydado. En. aquellos primeros
dichosos siglos de la Iglesia, en cuyo seno se apacenta·
ban los Fieles, tocando por sus manos los Mysterios, der–
ramando su Sangre en los martirios, y ardiendo en chari–
dad con los milagros, ofreciasse el Sto. Saci-ificio todas los
Domingos, Miel!coles, y Viernes,
á
mas de las Fiestas de
los Ma1·tires, y los dias de ayuno, 6 con mas frequencia,
• Sobre la prudencia con que se han de haver los Sacerdotes en la dis–
tribuCiOn de la sagrada comunion.
.