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EDICTOS.
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ECICTO DE 27 DE SEPTIEMBRE DE 1754.
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Nos elllll. llll. l)lebro Q\ntonio be Bnrroctn
!!
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/1fNTRE los graves cuydados,
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que debe atentamente
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celar nuestro Pastoral ministerio,obtiene princi palis·
simo lugar la reformacion del Culto, que se debe
dar al Criador en los Templos, que ha destinado la Reli·
gion, para adorar á su Señor; este es vn reconocimiento
tan debido á la Deidad, que aun entre los Gentiles, que
no la conocieron sino en sombra.,
y
bajo de mentidos Si–
mulacros, fue el primer desvelo de sus atenciones, no solo el
erigir sumptuosos Templos, sino el de observar reveren–
tes, y Religiosos Cultos. Toda la mayor prosperidad de
los Romanos en su vniversal dominacion, increíble á los
humanos alcanzes, considerados sus debiles principios, so–
lo la atribuyen los prudentes
á
la, Religiosidad, conque
en los Templos adoraban sus Divinidades, que. aunque fal–
sas en la multiplicidad,
y
sus objetos, hacían conocer, que
estaban persuadidos,
á
que havía vn Omnipotente, que
disponiaa.r bitra.rio de todo en el govierno del Vniverso;
y
este resto de verdadera luz, reverenciada con respeto,
fue el vnico motico de toda su grandeza,
y
que desde en–
tonzes, por iuscrutables arcanos de la providencia, parece,
se hizo Roma la cabeza del Orbe, para serlo despues del
Christianismo.
'
Esta aceptacio11 do la Divinidad, en que se lo tribute
debidas adoraciones por sus Criaturas, es el principal
objeto ele la Religion, porque,
,¡
mas de dar al Criador,
lo que es debido
á
su natmaleza. es el modo de aplacarle,
quando nuestros desordenes se hacen merecedores de sus
desagrados, y por esto debe ser el primer cuydado del
•
En que se mnuda, no se toquen,
ui
canten en lns Iglesias minuetes,
arias, ni (lemás canciones profanas, ni tben.trn.Ies, sobre que
el
Maestro ele
Capilla de esta Santa Iglesia. tendra cuidado, de qne la Musica de los
templos sen. grave, seria,
y
correspondiente
{t.
la Santidad del lugar;
y
en este Edicto se insertan,
y
recapitnlnn todos los demás en orden al
oulto de las Iglesias,
y
otros punt<Js.