EDICTOS.
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no á
la
demostracion del espíritu, y la virtud, sino que,
con vano modo de explicarse, para captar la áura popu–
lar, evaquan la virtud de Jesu-Christo,
y
de este modo en–
gañan á los P arvulos, que pidon Pan, pues con levissimos
argumentos de todo agenos. para buscar la salud, y con
conci as, agudas, é ineptas Sentencias, compuestas para la
ostentacion del ingenio, los debuelben en ayunas
á
sus Ca–
sas, á los que juntaron, para alimentarlos, comó assi se
queja, y explica la Santidad del Señor Benedicto XIII.
en su Bula, que empieza
Venerabiles F1·atn.s,
dada en Ro–
ma á 24. de Agosto de 1728. Por tanto, cumpliendo, con
lo que es tan de nuestra obligacion,
y
con lo que en dicha
Bula se nos encarga, Exortamos y aun mandamo ,,bajo de
precepto formal de Santa Obediencia, y de las demás pe–
nas, que reservamos á nuestro arvitrio, que todos los Sa–
cerdotes, assi Seculares, como Regulares, que con nu estra
licencia hubiessen de predicar eu esta inmediata Quares–
ma, assi en las F erias, como en todas las demás Festivida–
des ocurrentes, Dominicas del año,
y
aun en los mismos
Panegíricos de algun Misterio, ó Festividad de la Virgen,
~·
de los demás Santos, lo baga n de modo, que con la Doc–
trina saludable instruyan , y muevan á P enitencia
á
los
Fieles, ó ingieran en sus animos con el exemplo, y la pala–
bra el desprecio del Mundo,
y
el amor de los bienes Celes–
tes, para que correspondan debida.mente á su oficio; Assi
mismo Ordenamos, y Mandamos, que, los que hubiessen de
exercitar este Sagrado Ministerio, en 1ioclos, y qualesquie–
ra Sermones expliquen algun Articulo de la Doctrina
Christiana, o alg nn precepto de la ;Ley Divina, segun que
pareciesse necessario, oportuno,
y
mas vti l para el bien de
las Almas; lo que hanín con vn estilo breve, simple, lla–
no,
y
claro, sin mezcla de artificiosas,
y
figuradas pala–
bra , ni conceptoB vacios, .v sin substancia. pues aun para
lo P anegíricos de los Sautos bastaní proponer vna, ó
dos "Virtudes de las mas excelentes, que exer citaron, y eles–
pues de elogiadas con la mocler acion.
y
circunspeccion de–
bida, per nadir á los oyentes á su imitacion, que es en lo
que vn.icamente consiste el mayor elogio ele los Bienaven–
turado , y no en las subtilezas, con que los pretenden su–
blimar, mas allá de lo que conviene, ele que no se saca fru–
to alguno, sino la altercacion entre los eutendim.ientos
del Auditorio, de si se probó, ó nó el asumpto, que por lo
ordinario se busca por propria ostentacion de los mas di-