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LIBRO TERCERO. 1'IT. IV .
ra pobres, y la otra mitad para el apuntH,dor que
tuviere cuydado de notar estas faltas .
'
CAP. VI.
Que en ning-un Entierro vaya mas, que una Cruz, sino fuere,
quando se hiziere por el Dean,
y
Cabildo,
y
en el concurso
de Cruzes, que suele haver en los recibinllentos de los En-
• tienos en los Conventos de Frailes, preceda la Cruz de l3
P arrochia,
y
que con la Cruz del dicho Cabildo nunca se
entienda haver de haver concurso,
y
que en las Processio–
nes solo preceda alas Crnzes de la s Religiones la Cruz de
la Matriz.
En ningun Entierro se ha de permitir, que vay¡¡.
mas, que vna Cruz, y que esa sea la de la Parrochia,
sino fuere quando el dicho Entierro se hiciere por
el Dean, y Cabildo, conforme al Capitulo a.ntes de
este, porque·entonces
ir~(
tambien su Cruz, y por
escusar las diferencias, que ha habido en el concur–
so de las dichas Cruces, con las de los Monasterios
de los Religiosos en los recibimientos, que hacen
de los cuerpos de los difuntos, que se entierran en
sus Iglesias, de que tan grandes inconvenientes se
han seguido, como es notorio, vsando de la authori–
dad, que para ello nos es dada po¡· el Santo Conci–
lio Tridentino (44), y desseando en su conformidad
componer las dichas diferencias, .y controversias,
como lo hemos hecho de palabra con los dichos
Religiosos; Ordenamos, y mandamos S. S, A. con–
forme
á
lo que sobre esto se ha acordado, que,
quando concurrier en las dichas Cruzes, solo pre–
ceda la ele la Parrochia, de donde fuere el dicho
Entierro, sin que se entienda haver concurso algu–
no con la d el dicho Dean, y Cabildo, la qual ha de
ir siempre en mas preminente lugar, y prohibimos,
(44) Concil. 1'1'ident.
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