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LIBRO TERCÉRÓ.
TIT.
lV.
mente desde la rnáñana hasta medio dia,
y
desde
las dos de la ta1•de, hasta haver anochecido, si no
fuere, estandose haciendo el Entierro, porque en–
tonces se podrá doblar en qualquiera hora, que sea,
ó
si huviere fallecido alguna persona de tanta gra–
vedad, que obligar e
á
ello,
y
entonces h a, de ser
con licencia nuestra,
y
no en otra manera;
y
encar–
gamos á los Prelados de las Religiones, provean,
eomo en sus Comtentos se g uarde esto assi con
puntualidad.
2. Y
de ninguna suerte se ha de poder salir con
la Cruz,
á
hazer Entierros , des pues de haber ano–
checido, sino fuere, siendo precissa la necesidad,
pidiendonos licencia,
ó
á nuestro Pr•ovisor ,
ó
al Vi–
cario del lugar,
y
siempre se procurará, que sea á
horas, que no estorven la Missa mayor, ni la cele–
bracion de los oficios Divinos en las Ig lesias, don–
ele se han ele hazer.
3. Y á ninguno se le dará sepultura, sino fuer e
despues ele doze horas por lo menos de su falleci–
miento,
y
en caso, que la muerte haya sido repen–
tina,
ó
de improviso, se aguardará,
á
que se pasen
veinte
y
quatro horas , si no es, que con causa de–
mos licencia, para que se haga antes.
CAP. IX.
Que no se hag·an conciertos por las Sepulturas,
y
solo se co–
bre, lo que fuere costumbre,
y
que nin
guno se~~, osado
á
dar–
las de valde, ni se pong11,n rotulas,
ó
numeros.enlas pare–
des de las Ig·lesias sin licencia,
y
que en la Ig·lesia Cathe–
dra.l no se entierren, Negros, ni Mulatos, ni Indios, si no fue–
re en los Cementerios,
y
en los lugm·es señalados.
Por la.s Sepulturas, que se dieren
á
los difuntos,
no se h arán conciertos pm· los Curas, ni Colectores
de las Iglesias, llevando á vnos mas, que á otros,
y
solo se pedirá, lo que huvier e costumbre ;
y
prohibí-