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-~04,-

tiempo,

y

de meses

y

años. Los que para sostener las

prerogativas del Romano Pontífice, en contraposicion á los

Concilios jenerales, dicen ufanos, q ue el cuerpo del Conci–

lio, no puede estar sin su cabe7.a el Papa, deberían espli–

carnos, cómo puede vivir el cuer po de la Iglesia sin su cabe–

za el Papa en las vacantes. T ienen las metáforas la funesta

virtud de desnaturalizár á veces las materias, cuando se pre–

tend e llevarlas ¡nas .allá de lo que han menester, ó traspasan

los límites de una racional aplicacion.

E l segundo caso es el de cisma, que será mas apurado, si

este se prolonga, como sucedió en el que tuvo principio con

U rbano VI que duró mas de 30 años. No nos diga n los de

la Curia, q ue en los cismas hubo siempre

1111

Papa leji timo:

p orque si la Iglesia es un cuerpo moral ó una sociedad, ne–

cesita para su réj imen de un jefe, que

á

toda luz lo sea á

Jos ojos de la Iglesia para conducirse. No son las d isputas

teolójicas de la escuela las que pueden sa tisfa:cer las necesi–

dades, y llenar los votos de los fieles; ni los usos

ex post

facto

de la Curia pueden borrar de la historia las incerti–

dumbres y perplejidades de las Iglesias, donde por una y

otra parte había varones doctos y santos, y las ince rtidum–

bres y perplejidades de las naciones, en q ue hombres jui·

ciosos opinaba:n, que para terminar el cisma, no debía reco–

nocerse por Papa

á

ningunó de los conteudores.

El tercero y mas a punido caso será el de suponer, que

un Papa evidentemente lejítimo se halla en oposicion con

un Concilio ecuménico; y aquí entra la gravísima cuestion

q ue nos vemos precisados á entablar, sobre ¿á cual de los

dos deberán obedecer las Iglesias, ó cual de los dos será

su~

perior? En los primeros siglos no se hubiera hecho esta

pregunta.

A

los que nieguen la suposicion de que haya

Conci.Iio general sin Papa, les opondremos el irrecusable

testi1nonio de Belar.mino, á cuyo juicio, bajo de este punto

de vista se entabla principalmente la cuestion, pues solo en

él puede disputarse, si el Papa puede ser depuesto contra

su .voluntad.

58.

Superioridad del Concilio.-

la.

prueba tomada de do–

cumentos autenticas.

~mpecemos

notando, que segun la propia confesion de