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56 Pueden los (:oncitios exarninm· las dt;foniciones de

_!gs

Papas.

S i recuerdan nuestros lectores los ejemplos que presenta–

mos en otra Disertacio1Í, de los errores cometidos por Ro•

manos Pon tífices, no estrañarán que los Concilios examinen

lo defi':'idol por ellos, para ver' si está con forme con la doc–

trina cristiana. Sin eso, las actas de los Concilios nos ofre–

cen materiales en sobreabundancia.

Nestorio di stinguió en Jesucrisfo dos personas; y el Papa'

San Celestino condenó la doctrin a, con cuya ci'lndenacion

no se conformó N estorio. - Se conoció la necesidad de un

Conci lio ecuménico, y este fu é el voto, no digamos de los se-·

cuaces del heresiarca, sino de los perseguidos por él,

y

de

sus contradictores, aun los mas notables, como San Cirilo

que escribiera contra él. Se retinió el Co ncilio en Efeso,_y

empezó

á

examinar los dogmas de Nestorio, teniendo delan–

te el símbolo de N icea, para juzgar de los escritos que· con

él se iban

á

comparar.

Se leyó la epístola de San Cirilo contra los errores :le

Nestorio, la cua!.tenia la notable circunstancia de haber si–

do'aprobada por el Papa Celestino: ,se leyó la epístola de

es~

te, y en vista de ella y de los escritos de N estot•io, y de la

comparacion hecha, pronuncia el Concilio sentenci¡t de de–

posicion contr·a este, en ténninos los mas espresivos de

lw

autoridad de un Concil io ecuménico-"Nuestro Señor Je–

sucristo depone

á

N estorio por medio de este Santo Sínó·

do." E l Papa confesaba, que

á

los Padres del Concilio se

debía la conclusion del

negocio-¡1eracta est

a

·vobis totius

sumnza negotii.

~

El Concilio de Calcedonia condenó la doctrina de E uti–

ques, que antes babia sido condenada por el Patriarca' F la"

vian, y por el Papa San Lean. Los Padres no· se conten–

taron con las aclamaciones que al principio hicieran de la

epístola de San Lean, sino que se sometió

á

exámen, " si

ella guardaba consonancia con el símbolo de N icea, y el de

Constantinopla,

y

los escri tos aprobados en el Concilio Efe–

sino. Eufratas, Obispo de E leuterna, y Marciano, Obispo

de Jotapa, hallaron algunas dificultades en dicha epístola,

pero quedaron satisfechos con la esplicacion que se les hizo;