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reglo á los cánones." E l Papa Zósimo dej ó escrito asi: "ni
la autoridad de la Santa Sede puede conceder
ó
mudar co–
sa alguna contra los estatutos de los padres." "Que nos go–
b iernen las reglas, dccia el Papa Celesti no, y no nosotros
a
ellas: suj etémonos á los cánones los que observamos sus
p rece ptos." E l Papa S. Leon ha recomendado de muchos
y elegantes modos el respeto que debia á los cánones: "mis
éscritos acreditan la re verencia de la Santa Sede á los cáno–
nes, in spirad cs por Dios." E l P apa Gelasio así decia: " nin–
g un cristiano ignora, que nadie debe set· mas obse rvánte de
lo establecido
e n
los Concilios, que la primera Sede." San
G regario Magno veneraba como
á
los cuatro evangelios, los
c uatro Concilios j enerales.
50.
Verdade•·o se,tido de la palabrn
coNFIRMAR.
Y
a habrán notado nuestros lectores , que apoderándose
los curialistas de la corteza ó sonido material de las pa la–
bras, las emplean luego á favor de su senten<;ia;
6
les dan
una signifi cacion que no tuvieron . Si Obispos han confir–
mado los decretos de \os Papas, no puede darse á la pala–
bra
co?¡jirmm·
el sentido de la Curia; y si ésta pretende q ue
de un modo ha de entenderse en el Papa,
y
de otro en los
Obispos, tendra quP. fundar la diferencia, porque sinó, pro ·
bará su pretension por ella misma . Hé aquí algunos ej em–
plos de que O bispos hayan confirmado las definiciones
ó
de·
cretos de los Papas.
S.
Dámaso com puso en un Concilio
Romano cierta profesion d e fé contra difere ntes herejías; y
un Concilio de Antioquía, presidido por el patriarca .Mele–
cio,
couji,-,nó
dich a profesion de
fé,
y la confirmaron
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O bispos, suscribiéndola-singuli
sua subscriptione cO??fir–
mant.
E n
un
Concil'io de Cm·tago se leyó una e pístola de
I nocencia
1,
que fué
co?!fiTmada
por los O bispos.
S.
G rega–
rio Magno concedió ciertos privitjios á los monj es; y los
Obispos
del
Concilio Romano los
conjirmm·on.
Hai mas
ejemplos, que con los a nteriores prueban, que confirmar los
O bis pos los decretos de
lo~
Papas, no e ra darles valor, sino
confi rmar con ell os, apoyarlos, y prestarles su consenti–
miente.