Table of Contents Table of Contents
Previous Page  163 / 438 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 163 / 438 Next Page
Page Background

- 155-

1;1

espresion de San Cipriano, era sin comparacion mayor

que e l de prestar s ufrajio,

y

por otra parte lo suponía evi"

den~emente;

porque habría injusticia en permitir al pueblo

que acusase

y

descub riese al hombre vicioso,

y

no que ala–

base y p u blicase al que tenia virtudes;

y

que S an Cipriano,

contrayéndose

á

un caso d eterminado, hablaba d el derecho

del pueblo para rechazar

á

los malos pastores y escójer

otros. Concluye así: " una prueba

evidente

d e <1ue e l clero

y

el pueblo

elejian ve·rdade.-ammlte

á

su Obispo en los- pri–

me•·os si,g los, es que ellos le elej ian aun clespues d el Conci–

lio d e N icea." S i tal era

la

costumbr e d e

la

I glesia respec–

~o

d e los obispos y presbíter os, no hallamos razon para ex–

cluir

á

los pá1:rocos, es d ecir, á los p•·esbí teros de pueblos;

y antes bien,

h

razon es mas fue rte respecto d e los párro–

cos. "El que ha de apacentar á tod os, debe ser elej ido por

todos,'.' fué una máxima r epetid a por los Papas

y

los O bi spos.

SG.

Bienes que pueden !tacer los pan·ocos.

Verificadas las condiciones anteriores, nadie como los cu–

ras podrán contribuir á la educacion d e Jluestros· pueblos.

A l dirijir el párroco las con ciencias d e los fi e les, distingu irá

las d octrinas evangé licas

y

las pre tension es d e

b

Cmia;

y

no corromperá la moral, ll ama nd o bu eno lo malo, y ma lo lo

que es bueno ó indiferente. R eproba1·á el ma l en cu a lquiera

pa •·te que se hubiese cometid o; pe ro sin tUl·ba r el órd en do–

méstico. Superior á los partidos, s<ibrá ma ntene r la ind epen–

dencia que se necesita pa ra moderarlos, no con el, altivo to–

no de quie n ostenta auto ridad, sin o con la modestia del pas–

to r evangélico, que se insinúa dul cemente, y se ca pta el

a¡nor y el respeto aun cuando corrij e. I1acienclo en medio

d el temp)o,

y

á presenci a de D ios, lo qu e en las sociedad es

políticas no se h a hecho todavía, es d ecir, reun iendo á to–

d os, y pre clicanclo á todos en e l idioma de la caridad, esti –

mulará

á

los cittd adanos

á

que im iten ig ua l proceder, y fo–

menten el espíritu d e a soci acion

y

d e fraternidad. V erifi ca–

d as, volvamos

ó

dec ir, las condi ciones anteriores,

ó

dando

p a rte á los pue blos en la eleccion de sus curas; dotados es –

tos con una renta fij a, h as l·a que ll eg ue el dia en que sean

mantenidos por s us parroquianos; a compañados de sus es–

posas,

é

ins truidos

~lo

solo en la ciencia del evangelio, siuo