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ffJelaciones del

~

Obispo.

AO TA.

Lo que resulta

acerca de este caso

qued:~,

smta,do desde

el

f.

93 B.

hasta el

97

B. n. 391

á

39~·

9 6 6

Aun

el

mismo Dios, que sabia

el

delito de Adán , le

·hizo cargo para oir sus defensas. Buen exemplo de este inconve–

niente está tocando el R. Obispo de Cuencá con

el

Cura de Va–

ra de' Rey

y

Sisame , al. qual delatÓ por la ·primera Secretada de

Estado, implorando

el

auxílio de S. M. hasta la extremidad de

ponerle en

el

presidi_o de Ceuta , sin otros fundamentos que

aquello.s que le influyeron

per~onas

cercanas

y

familiares suyas,

con deséo tal vez de parte de los instigadores de hacer recaer en

alguno de ellos este Curato por su gran valor.

9 6

7

La falsedad de esta delacion la há conocido

S.

M ; la

há tocado el Obispo ; la há declarado

el

·Metropolitano de Al–

calá en contradiccorio juicio , y la há oido con admiracion la

Sala-segunda de Gobierno del Consejo, donde se traxo recieme–

nlente

el

negocio por recurso de fuerza,

y

se vió por la Sala en–

tera con asistencia del Fiscal. .Suceso tan notorio por sus circuns..

rancias, como digno de que

el

R. Obispo le adviniese para des–

confiar mas de sus colaterales y paniaguados.

9 6

8

De esta misma, naturaleza son otras

'lJaricrs del.1ciones

hechas á nombre del R. Obispo de Cuenca contra toda especie

de personas de su Diócesis , en las quales mejor instruida la Vía

Reservada, há sido preciso reformar las penas impuestas

á

solici–

tud del Obispo sin audiencia y sin motivo , de que hay exem–

plares en la

Secretaría de la Presidencia

del Consejo :, abuso que

há corregido la vigilancia del Gobierno actual , para irnpedir

por tales medios tan repetidas extorsiones de los Pueblos.¿ QQien

creeria que los Eclesiásticos mas respetables habian tomado

el

oficio de

ocultos delatores

,

reprobados por las Leyes?

¿

N·i que se

mezclasen en

el

gobierno político , solicitando los Eclesiásticos

la ereccion de

Alcaldías-mayores

en varios Pu-eblos de

la

Diócesis

de Cuenca en ódio de los

Alcaldes-ordinarios,

que les pedian las

contribuciones ·debidas

á

consecuencia del Concordato de

·17

3

7?

9 69

Estas instancias sobre ereccion de Alcaldes-mayores,

que se remitieron al Consejo , y se sustanciaron con audiencia.

del Fiscal que responde, hacen ver la altura y predominio, con

que en Cuenca y su Diócesis turbaba

el

Clero todo

el

órden po–

lítico, abusando de la confianza y poder que

el

R. Obispo te–

nia en la Corte con varias personas , que auxíliaban sus planes

é

informes. Una repetida experiencia de lo mucho, que abusaban

sus paniaguados del R. Obispo, acalorándole en estas

delacione~,

les dió ánimo para precipitarle en esta contra su propio decoro.

9

70

Por grande que sea

el

zelo de este

Ó

de otro Prel

~o,

Ja-