Porque se ultra–
jan
las ordenes
del
Obispot
NOTA.
Esto lo expone el
R.
Obispo áesde
el
n. ))
al
57
de este
M emorial
;
y
loi
testimonios qtte re-
mi~
8x8
Tambien dice
el
R. Obispo, que há habido Corregi–
dor, que de mano armada quiró sus órdenes
y
providencias á
un propio, que las conducia á
el
Cura
y
Fiscal de uno de los
Pueblos de su Diócesi.
8 19
El caso que puede adaptarse á esta especie, seO"un lo
que arroja un testimonio remitid? por el R. Obispo ,
qu~
ram–
bien tiene antecedentes en
el
Consejo, se reduce á que en 3 de
IJunio de
1
7
6
5 ,
habiendo encontrado
el
Corregidor de Utie1,
acompañado de su Escribano
y
un Ministro,
á
un hombre á
pie en las cercanías de aquel Pueblo;
y
preguntado por
el
Mi–
nistro de adonde venía , respondió , que de la Aldéa de Fuente
de Robles : que habiéndole dexado pasar ,
y
dicho
el
Escribano,
que parecia el propio, que
el
Vicario habia enviado
.á
Cuenca,
le volvieron á llamar
y
preguntar, que de donde venía,
á
que
respondió sorprendido é inmutado, que de Aldéa de las Cue–
bas: -que reconvenido con la variedad de las respuestas, mani–
festÓ, que venía de Cuenca con un pliego del Obispo : que re–
conocido
el
hombre, le hallaron una carta para
el
Vicario: que
así por la sospecha que inducia la alteracion
y
variedad del su–
gero, como por venir la carta sin la formalidad correspondien–
te
y
prevenida en el
capítulo
2.
de la
Ordenanza de Correos,
le man–
dó el Corregidor presentar en la cárcel : que al dia siguiente re–
miti6
el
mismo Corregidor la carta cerrada al Vicario,
y
esre
no quiso recibirla: que al hombre se le estrechó la prision, por–
que no quiso concluir ni firmar una dechradon, que se le
to–
mó,
y
á los seis dias le soltó
el
Corregidor, imponiéndole l'l
multa de un ducado: que
el
R. Obispo dió comision para for–
mar sumaria : que
el
comisionado, despues de haber mandado
entregar
el
pliego, como se hizo, sin señal, indicio ó argumen–
to de haberse abierto, hizo notificar al Juez
y
Escribano, qua
se presentasen ante
el
R. Obispo , conminándoles con censuras;
y
que
el
mismo Obispo las suspendió, sin haber expedido otro
Decreto.
8
2.0
Este es
el
hecho que resulta;
y
no parece que es menes–
te~
mas, que tenerlo presente,
y
compararlo con lo que repre–
senta
el
R. Obispo, para formar juicio del cuerpo que se le há.
intentado dar.
8
2.1
El R. Obispo se dilata en atribuir
á
las Justicias
y
sus
parciales: que son los que mas iluden la jurisdicion Eclesiástica,
estando muchas veces enredados en amancebamientos
y
otro~
pecados públicos : que no tienen respeto
~
los Templos
y
Sacer-
.
dQ-