- ~ -
te y la próroga, corno hoy lo hace, habría entonces va
riado de conducta, entendiéndome oficialmente con el
G-obierno hasta que quedase allanado cualquier obstáculo
que se hubiese creido encontrar. Pero despues de haber
procedido de acuerdo con el Gobierno, dcspues de pu·
blicada mi Pastoral, despues de avisado el pueblo, y de
preparado todo ¿será posible que el l\Ietropolitano que
ha obrado con la mejor buena fé y recta intencion, sin
infringi r ley alguna, su penda sus procedimientos con
violacion de los sagrados derechos de
la
Iglesia y con
ultraje de su propio decoro?
Jo, selior Secretario.
Yo espero con la mas alta confianza que pesando en
el justificado ánimo de S, E. las razones que dejo expucs·
tas, se servirá adoptar cualquiera de estos dos medios:
O llevar á efecto su contestacion verbal favorable á la
pronta publicacion del Jubileo:
O poner un nuevo
2Xtse
<Í
la Encíclica
Quanta
czwa,
sin
tramitacion alguna, como lo hizo
motu p1·opio
en el ex·
pedicnie de institucion de Obispos, obrando en fuerza
del pleno poder dictatorial que (\jercc.
Así habrá hecho S. E. un nuevo servicio á la Tglcsia
del Perü, acreditando una vez mas, que es decidido é in·
nriable protector de la Religion Católica, Apostólica
Romana, que la Nacion profesa.
Dios guarde
<Í
US.
José Sebastian,
.Arzobispo de Lima.