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obligándose
á
cumplirlas y hacerlas cumplir y guar–
dar s1n excepcion ni ilnpedilnento alguno.
«
11a
I m reconoce y sostiene, en conformidad
al cuarto principio, que todos los súbditos de la Re–
ptí.blica de cualquiera clase
y
condicion que sean,
están obligados
á
manifestar
y
presentarle
todas,
y
cualesquiera bulas
y
despachos, que obtengan de
la córte de Rmna, para que se les dé el
pa~\e
y
exequatur debídamente, ó se les deniegue
y
reten–
gan bajo las fonnas establecidas por derecho, si de
cualquier modo las
con~iderase op~estas
á
los de–
rechos de la naeionj
y
á
la jurisdiccion, disciplina
y
libertades.destls iglesias, con perjuicio espiritual,
y
temporal de sus fieles.
e12a
El gobierno reconoce este acto privativo
de su suprema atltoridad, y de la primera impor–
tancia por la responsabilidad que carga, de conser–
var
y
responder de la seguridad interior
y
exterior
de los derechos primordiales de la nacion,
y
ae los
que con1peten
á
sus iglesias;
y
reconoce
y
sostienej
que
á
él solo le eo1npete protegerlos, para tratar–
los
y
ajustarlos con el supremo gefe
y
cabeza vi–
sible de la Iglesia por sus ministros públicos
ad hoc)
bajo las formas reconocidas por el derecho de gentes,
sin que ningnn particular, agente, ni empleado
pueda recla1narlo) ni estorbarlo.
«
13a
El gobierno está dispuesto sin embargo
á
dar su plácito
y
exequatur
á
todas
las
disposiciones