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ne

L.\ 01\,\.CION

~lENT.\L.

confiesa que Jesus es Cristo Hijo tle Dios vivo , rcspl::mtlor de la

gloria tlel J:>aJre,

y

figura Je su sustancia, aunque

Je

consi1leres

ahora clesfigurado

~

beri1lo,

y

afeado con bofetadas, repelones, sali–

vas

y

afrentas. Teme no te castigue Dios co1110

:í .l111las,

c¡11e (aun–

que tengas dolor, te confieses

y

restituyas) te co1ul1•11c:; por no

hacerlo bien.

7.

0

A las seis

y

meJia le llevaron con mas prisiones por la

cuesta del monte Sion abajo, hasta el palacio antiguo de los Maca–

heos, Jonde vivia Pilatos,

y

distaba medio cuarto 1le legua de las

casas 1le Caifas, hácia el Norte. Aquí le acusaron de siete

á

ocho

ante este inicuo juez, que le remitió

á

Herodes; este le ma11dó ves–

tir de blanco como

á

loco,

y

lo trataron como

á

tal los caballeros

y

criaJos de su casa. A las nueve le llevaron otra vez

Pilatos,

corno relaja1lo al brazo seglar, ma11iata1lo, cercado 1le alabanleros

y

ministros de justicia, por las calles públicas tic la ciudad, donde

había hecho tantas maravillas, salienJo mncha gente

á

verlo

y

bur–

lar de él. Pilatos, tleseantlo libral-

ü

Cristo, dijo

~i

los j11díos: Para

la solemniJad tic la Pascua tengo de dar lihertatl

á

un preso, ¿.cu:H

quercis que sea, Barrali:is, ó Jesus? No á e:oe, respondieron ellos,

siuu

á

Barrabás, con se1· un hombre revoltoso, la11ron

y

homicida.

Oyentlo esto el allela11ta<lo, rnantló le atasen

una columna Jcs–

m1tlo,

y

afeado al que viste los ciclos,

y

tierra (le hcrn1osma ,

y

de quien tiemblan las columnas tic! ciclo,

y

f)Ue lo azor.asen: hü–

cenlo así los verdugos, descargan sus l:ítigos sobre él co11 !anta in–

humanitla1l,

y

fiereza,

ü

vi sta de su alligida madre (como le fué re–

velado

ü

santa Brígida) que le

dir~rou

ci11co rnil c11atrocie11tos

y

se–

senta azotes,

y

q11c1ló el

st~clo

liauado de su preciosa sangre. Dur6

esta cruel tlisciplina de nueve

á

diez ;

y

te cansas de hacerla de

1111

11Iiserere.

Aborrece tus pecados <¡ne fueron causa de este cruel

cusiigo,

y

castiga tu cuerpo cou peniLeucias

y

di:;ciplinas: pide

este Seiio1·, tan Jlugado por tí, te llague con sn divino amor, te

fortalezca con su gracia ,

y

te conforte para que lo sirva s.

8.

0

De diez á diez

y

medi:r,

mic11

Lrns Pila Los confinna Irn la sen–

tencia de muerte contra el Sefior, corno

:i

fingido rey, le vis Len 11ua

ropa vieja tle púrpura , coroua de espinas; póuenle por cet.ro eu la