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hiendo primero una cuesta, y.despues
~ajando
otra , yendo siempre
el rostro al Poni.ente, ·entre ladrones, soldados, .guardas
y
sayones,
verdugos·
y
pregoneros ' oyendo baldones' afrentas·, descortesías
y
pregones, significadores de sus delitos,
y
afrentosa mnerte. Y en–
contrando á su Santísima Madre,
y
poniendo en ella .los ojos
,
tro–
pezó
y
arrodilló con la cruz,
y
la Virgen
fué
traspasada de gravisi·
mas ansias: véle llevar á morir tan maltratado, á son de trompetas
y
voces de pregoneros; oye grandes ' li1asfomias contra el hijo . de
Dios
y
suyo', mírale con soga
á
la garganta, la cruz acuestas, el
rostro abofeteado, el cuerpq herido , los ojos destilando lágrimas,
y
los cabellos goteando hilo
á
hilo la sangre, con semblante tan tier–
no, que de solo verlo, aun el mas duro sayon se enterneciera.
1'1í–
ranse el uno al otro,
y
párteseles el corazon de dolor: lloran las
riadosas mujeres' sácanlo
á
empellones por la puerta llamada
a~
.tigua, hájanlo el monte ahajo,
y
súhenlo por el collado de Gólgo-
ta. Considern ¡oh alma! este divino Nazareno, todo llagado,
y
tem–
blanJo la pesada c1·11z sobre sus ho'mbros, ayuJásela á llevar, acom.
páñale con la consideracion en estas sus penas
y
trabajos, sintién–
dolos tiernamente en tu corazon: llora con las piadosas mujeres tus
pecados, que son la crnz mas pesada de tu Dios,
y
la causa de
su pas1011.
1L
A las once y media del dia llegan al Calvario, despues de
haber andado un cuarto de legua
,
desnúclanle al redropelo en car–
nes, de manera, que se vió forzada la Virgen, que no hubo ,quien
le diese un velo,
á
quitarse la toca,
y
dársela con que le cubriesen,
miranJo por la honestiJad de su Hijo ,
y
por el decoro de los ojos
11ue
le miraban ; tiémlenlo sobre la Cruz, que era de leño tosto mal
<ll'shaslado ; enclávaule primero las manos, luego los pies, leván–
tanlo en alto con grande vocería poco antes de las doc<', entre dos
lat!roues. tos muchachos , y canalla vil le dan grita : los enemigos
le
Llasít•man, los saccnlotc:;, escribas y fariseos rien, y mofan de
1~1:
·tos amigos lloran 1fo pcn;r,
y
las mujeres
y
gt•nte pia1losa
le
tienen
histima. Sau Juan. la Ma31laleua,
y
la Virgen le
1¡uichran
el
cora–
zou. Renuevánsele toJos sus tonmntos, con iuJl'ciblcs dolores 1lc
las manos, de los pies, Je los ncnios
1
de las venas, de las arle.
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