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TRATADO SlHiilIO
llagas salml, su sangre limpieza , sus oprobios honra, sus manos
atadas, libertad de Hijo de Dios, sus pies clavados, ligereza en su
servicio,
y
su muerte vida eterna ; no
hay
que buscar mas que
á
Jesucristo,
y
ese crucificado, á <JUÍen se dé toda la gloria
y
hon–
ra. Amen.
CAPITULO XII.
VIRTUDES QUE ITEl\IOS DE SACAR DE LA PASION DE NUESTRO
SEÑOR JESUCillSTO.
1.
°
Cristó nuestro Seiíor en su sagrada Pasion, no solo obró
misterios de que nos admirásemos,
y
beneficios que agradeciése–
mos, sino que nos leyó altísimas lecciones que aprendiésemos,
y
obró heróicas vi rtud es que imitásemos ,
y
asi Jebes ponerte delante
de un Crucifijo,
y
procurar de entender la teología, que está es–
con<li<la en este libro escrito de dentro
y
de fuera; así en el blanco
papel de su 1füinidad, como en las tablas
y
jaldre vermejo de su
humanidad
y
Sangre. Aquí sabrás quién es Dios, la alteza de sus
perfecciones; qué bondad es la que entrega al Hijo por salvar al es–
clavo; qué misericordia la que
á
costa de su vida quita la agena
miseria; qué caridad la que muere por sus enemigos; qué justicia
la .que al fia<lor pide tal satisfaccion; qué ,largueza, Ja que es tan
pró<liga en su Sangre;
y
qué sabiduría la qL1e supo juntar cosas tan
distantes , como son Dios
y
Hombre, eterno
y
temporal, impasible
y
pasible ;
y
en dar traza para Jesatar el nudo ciego de nuestras
culpas, penlonándolas su divina misericor'dia, sin perjuicio de su
justicia ,
y
dejando
á
Dios satisfecho,
y
al hombre redimido. Con–
si<lera dcspues para imitarlo, su admirable humildad con que quiso
ser tenido en
men.osque Barrabás,
y
crucificaLlo entre dos ladrones,
y
ser tlc todos menosp reci ado, por<Jue
tú
no te ensoberbezcas, sino
por su amor te humilles,
y
ll eves con paciencia las humillaciones
y
desprecios, diciendo: cómo admitiré yo pensamientos de soher–
hia, viendo
á
mi Dios tan humillatlo
y
abatitlo.
~ .º
Su obe1lir11cia cu cosa tlifl cultosas hasta la muerte
~e
cruz,