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San
Ba§ilio-Ilustre por su familia, lo fué
mas por su santidad: despues de haber estutia–
do en Atenas, se reliró á la soledad y fundó va–
rios monasterios de homLres
y
de mugeres,
á
los que dió sábias reglas. Elegido obispo de Ce–
sarea, tuvo á su pesar que abandonar su retiro,
y
desplegó la mayor 3Clividad
y
celo para com–
batir
á
los herejes y defender la Iglesia durante
la
persecucion de Juliano el Apóstata. Ala muer–
te del emperador Joviano, Valente su sucesor,
protector de los arrianos, persiguió
á
los cató–
licos; y conociendo la importancia de San Basi–
lio trató de atraerlo; pero el Santo Padre se dis–
tinguió entónces por su intrepidez, rechazando
las promesas y amenazas que el emperador em–
pleó para seducirlo . San Bnsilio murió
á
la edad
de 55 aúos
(379)
tan pobre que no dejó con que
pagar su sepultura; sus tr::ibajos
y
virtudes le
han merecido el título de
Magno.
San
Gll:•egoeio Naziauzeno-Condiscí–
pulo de San Basilio con quien estaba ligado por
la mas estrecha amistad, no se distinguió ménos
por sus servicios en favor de la Iglesia: elegido
patriarca de Constantinopla, tuvo que abando–
nar la soledad en que vivía retirado del mundo,
para consagrnrse exclusivamente al cuidado de
su rebaño. Su vasta erudicion, el profundo co–
nocimiento que tenia de las Sagradas Escrituras,
su fecunda imaginacion y brillante elocuencia le
atrajeron la admiracion
y
respeto de sus con–
temporáneos
y
le merecieron el título de el
Teó–
logo
con que fué llamado. Odiado por los here–
jes
á
quienes combatí ó, no obstan-te Ja protec-