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arzobispo de Milan. Algun tiempo despues pasó
á la Africa, su patria,
y
fué consagrado obispo
de Hipona. Entre sus numerosas obras, en que
se ocupa de tod as las grandes cuestiones dogmá–
ticas, son muy notabl es sus escritos contra los
Maniqueos, en que prueba la unidad de Dios;
contra los Donnti stas, en que demuestra la nni–
dad de la Iglesia
y
establece sns caractéres;
y
contra Jos Pelngianos en que defiende la neces i–
dad de la gracia, de la redencion y exp lica el
dogma del pecado ori ginal. Murió en 430.
§an Leon
Papa -
Elevado por su gra n–
des méritos á la silla de San Pedro fué uno de
los pontífices mas
~mine nt es .
Combati ó las he–
rejías, principalmente la de Eutiques, é hizo
reunir el Concilio de C!llcedonia, en el que se
leyó la admirable carta q,ue el sabio pontífice
había escrito á Snn Flavian, _exponiendo la
fé
católica sobre el misterio de la Encarnacion. La
doctrina contenida en ella fué aprobada nn áni–
mcnte
y
considerada~
como regla infalible de fé
por los padres del Concilio que ll enos de admi–
racion exclamaron :
«
El mismo San Pedro ha
hablado por la boca de Léon.
»
Est.e sábio pon–
t.ífice, que tambien fué un gran escritor, pres tó
ot.ros muchos servicios á la Iglesia: fué el pri·
mero que reuni ó en un cuerpo la do ctrina cris–
tiana
y
arregló las fie stas del nño; para confun–
dir el orgullo del patriarca de Constantinopla
que se denominaba
ob isp o universal,
tómo el
titulo de
Siervo de los siervos de Dios,
y
final–
mente, atacada Roma por el terrib le Atila, hizo
retroceder al r·ev bárb aro con solo el ascen–
diente de su nom"bre
y
de su palabra (45'2).