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El primero que dió entre los cristianos este
ejemplo fué San Pablo, primer hermitaño, que
libre de la pcrsecucion de Décio, vivió solitario
en la Tebaida desde la edad de
'12
años hasta
la de 90 en que murió, habitando todo este
tiempo en una s?litaria gruta entregado á la
oracion
y
penitencia
(341 ).
San Antonio Abad -
El verdadero fun–
dador de la vida monástica fué el célebre San
Antonio, hijo de padres nobles
y
ricos, que sin–
tiéndose inclinado á la vida . ascética, renunció
á
las riquezas ;
y
treinta años despues de San
Pablo, se retiró al desierto en donde atraídos
por sus virtudes, vinieron á esLablecerce un
gran número de discípulos. Cormada así la pri–
mera sociedad monacal de que San Antonio
fuié
el abad, se dedic:iron los monjes
á
la contem–
placion de los bienes divinos,
á
la penitencia
y
al trabajo manual que les proporcionaba los
medios de subsistencia
y
de practicar la carid ad
con los pobres. San Antonio, como verdadero
padre, di ó
á
sus monjes ejemplo de todas las
virtudes;
y
murió llorado por ellos,
á
la edad
de 105 años, habiendo tenido antes la satisfac–
cion de visitar en su desierta gruta
á
San Pablo
su digno émulo (356).
·
San Paconiio, San Hilarion
y
San
Basilio -
A la muerte de San Antonio Abad
los monjes fueron abandonando su soledad,
y .
reunidos en corporaciones formaron diversas
sociedades que se establ ecieron lambien en las
ciudades. Así San Pacomio fundó
á
mediados
del 8iglo IV
(340)
un monasterio en la isla Ta-
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