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(
,
DE LA SANTISIMA
VIRGE:N.
279
da sobre todo lo que pertenecia al misterio de la encar–
nacion del Verbo divino, con todo no dexaba de adqui–
rir to.dos los 9-ias nuevas luces
y
un conocimiento expe–
rimental,
á
vista de las maravillas que cada dia sucedian
-
con motivo de estar ya en el mundo es te Hombre-Dios,
su querido hijo. Pero lejos de derramar hácia fuera su gozo
y
su corazon en conversaciones que hubieran podido sa –
tisfacer al amor propio, encerraba todo su gozo y su ad-
1niracion dentro de su alma , no hablando j amás de un
misterio- de que la resultaba una gloria
y
una honra tan
grandes. Jamás se vió tanta prudencia , tanta reserva, tan–
ta n1odestia como las que se veían en la santísima Vír–
gen y en san José. Contentábanse con admi rar y glori–
fic~r
á
Dios interiormente por todas las maravillas que
obraba, sin cuidarse de hablar de éllas con los demas,
dexando
á
la divina Providencia e l cuidado de manifes–
t ar
á
su tiempo el tesoro .que poseían.
§.XX.
La
purificacion de la santísima
Vírgen.
A
los cuarenta dias del nacimiento del Salvador., los que
habian pasado en Belen un poco menos mal alojados que
en el establo, el dia
2
de febrero la santísima Vírgen
y
san
José, religiosos observantes de la ley, fuéron
á
Jerusalen:
á
cumplir la ceremonia legal de la presentacion del hijo, ·
y
de la pu rificacion de la madre.
Es evidente que la ley de la purificacion de ningun mo–
do hablaba con María, la cual, habiendo concebido única–
mente por el Espíritu santo,
y
habiendo logrado ser madre
sin dexar de ser vírgen , no podia tener necesidad de pu–
rificarse,
y
por consiguiente, no estaba comprendida en
una ley que solo se dirigia
á
las mugeres ordinarias. Toda
purificacion supone alguna mancha;
i
pero qué impureza
podía haber en la que, sin dexar de ser vírgen , babia lo–
grado ser madre., dice san
Agustín~
Unde sordes in virgi–
ne
Maria~
i
Qué mancha en aquella en quien el Verbo di–
vino se hizo
carne~
María, pues, estaba absolutamente dis–
pensada de esta ley; pero basta que fuese éste un acto de
humildad y de
~eligion
para creerse obligada
á
cumplirle
S4