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DE LA SANTISIMA VIRGEN.
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cimiento es como los preli.minares de ia paz, digám0slo
así, que Jesucristo ha de hacer entre Dios
y
los h<;>mbtes.
. En Nazaret' ciudad de Galilea, en donde estaban -do–
miciliados
s.a.n
Joaqui~
y
santa Ana ·'
·nació
la santísima
Vírgen. Era de la. tribu de
Judá
y
de la famiiia
real
de
David, como
ya
hemos dicho, y como lo .expresa la Igle-
.sia en
el
oficio del d·ia de su n.acimiento. Jamás vió
el
. ci.elo nacer una niña mas noble, mas caba.-l, mas san ta,
· dice san
8ernardino.
Descendiente
d~
David
y
de· t antos
-otros reyes como contaba entre sus antepasados, habia
heredado
la
gloria
de
tod~s
éllos. Dotada de
la~
cualida–
des naturales que había recibido de Dios, era, como ha–
bla san Bernardo, la opra mas perfecta que viéron los
· siglos: pinguna de las hijas de Israel pudo jamás compa–
rarse
con élla en el conjunto maravilloso.
~e
gracias
y
perfecciones sobresalientes de
que
se hallaba enriqueci–
da:
<;le
élla fue ·de quien babia dicho el :E:spítu santo
por el
Profeta
(Prov.
19.):
Multa?
filite
congregaverunt divitias;
·tu s.upergressa es
universas·:
son muchas las doncellas ilus–
-tres por so nobleza ·,: por sus. vi:rtudes., por sus prendas,.
-por su mé.rito; pero oil'lguna ·iguala con mucho al
teso.rode gracias con que
el
cielo te ha privilegiado
á
ti, ningu–
·~ na
ha
y
que no sea inferior
á
ti
e-n
dones naturales
y
so-
··brenaturales. ·
·
·
. El nacimiento de la santísima Vírgen fue sin ruido
y
. sin aparato, como que
el
de Jesucf isto había de ser ba S;–
•tante obscuro
á
los
ojos del mundo. HabJendoque . ido Dios
-que
hubiese una perfecta _conformidad entre el nacimíen–
·to
de la· madre
y
el
clel hijo, es fácil concebir cuál
sería
el
gozo de todo el cielo al ver nacer
~
la que estaba recono–
cida por Reyna· del cielo
y
tie rra. Much os santos padre·s
creen que el
ángel
que
atmnció
á
sa n Joaqui n
y
á
santa
Ana que tendrían una hija, sin e'.Dburgo de su avanzada
edad
y
de su larga
esterílid.ad, les .habia dado
á
ernender
-al mismo tiempo que esta dichosa hija sería
madre
del
Mesías;
lo cierto es que jamás se vió niña mas querida
de sus padres,
ni
que me r:eciese mas sus q uicias, que la
que
desde su inmaculada concepcion era
el
objeto
de
la
predileccion de su Dios..
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