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.VIDA DE C
_RIS.TO··
podido explicarse mas claramente, ni decir en términos
mas formales, mas propios, ni más enérgicos, que el pan
que les daria á comer era realmente,
y
sin figura·su pro-
·pio
cu~rpo,
su ca:rne
y
su sangre:
Panis quem ego daba'
caro mea est pro mundi vita.
Los judíos se hiciéron bien cargo del pensamiento del
Salvador,
y
desde luego comprendiéron que no habla–
·ba Jesucristo en un sentido figurado, sino de una mandu–
cacion real
y
propia;
y
así se dixéron los únos á los ótros:
i
Como puede este hombre darnos á comer su
carne~
Si
Jesucristo no hubier_a dicho sino lo que los hereges de es–
tos últimos tiempos le quieren hacer decir: si no hubie-·
.ra hablado sino de la manducacion por la fe; si no hu–
biera querido decir otra cosa sino que este pan era figu–
ra de su cuerpo, y no su misma carne; conociendo co–
rno conocia lo que .pensaban sus oyentes; sabiendo lo que
les repugnaba
y
cbiocaba esta frase ,
y
oyendo ·como oía
sus murmuraciones,
i
podia dexarlos en un error á que
sus propias palahras habian sido
motivo~
i
podia dexar
de decirles que no debian tomar por la realidad lo que
no les .decia sino en
figura~
i
podia dexar de suavizar
y
modific.arsus expresiones?
i
no estaba obligado á hacer–
lo~
Sin embargo, hace todo lo
contrar.io: los confirma en
su opinion, se,. sirve de términos· todavía .mas claros
y
mas fuertes;
y
añade un modo de hablar, que no em–
pleaba .sino cuando queria .decir algu1na cosa que merecia
una particular atencion,
y
cuando quería ha·cerla enten–
der mejor : en verdad, en verdad os digo ,
y
no pue–
do
de~íroslo
demasiado, que si no comeis la carne del
Hijo del hombre ;
y
si no bebeis su sangre, esta carne
y
esta sangre que componen realmente -mi cuerpo, no ten–
dréis la vida en vosotros. Y para manifestar mas superabun–
dantemente su pensamiento
y
el verdadero sentido de sus
palabras, añade inmediafamente:
Porque mi carne es ver–
daderamente, comida,
y
mi
sangre es verdaderame1ite be–
bida
;
y
el
q.uecorne
mi carne
y
bebe mi sangre, queda en
mí
,
y
yo
en
él.
En verdad
,
en verdad os digo
,
que
si no
comeis la carne del Hijo del hombre,
y
si no bebeis su
sangre
,
no tend1·éis la vida en vosotros
;
quiere decir, no
perseveraréis muého tiempo en gracia de Dios.
To soy el
pan de vida.
Vuestros padres comiéron el maná en el de.
'