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SENOR NUESTRO.

§.XXIX.

Jesucristo declara positiva1nente su presencia

real en el sacra1nento de la Eucaristía.

Habiendo Jesucristo preparado de este modo para el

gran misterio de la Eucaristía los espíritus materiales

y

groseros de los judíos, empieza á hablarles claramente

y

sin figuras de la comida

ó

manducacion verdadera

y

real.

de su cuerpo: las palabras de que

se

sirve son tan ex–

presas

y

tan positivas, que los judíos, aunque acostum–

brados á un estilo metafórico

y

figurado, segun el genio

y

el uso del pais, no pudiéron menos de tomarlas en el

sentido propio

y

literal (tan claro era que Jesucristo en

esto hablaba sin metáfora

y

sin figura), lo que no habían

hecho cuando el Salvador babia dicho que era la verda–

dera viña :

Ego sum vitis vera;

que era la puerta del re ..

dil:

Ego sum ovium ostium;

que era el pastor bueno:

Ego surn pastor bonus;

que era la luz del mundo:

Egosum

lux mundi;

finalmente, que era" la vida, la verdad

y

el

camino:

Ego sum vía, veritas, et vifa;

y

así no hubo

uno entre los judíos quien

se

atreviese entonces

á

recla–

mar contra todas estas proposiciones: veían bastantemen·

te que hablaba en un sentido figurado

y

merafórico;· pe...: :

ro cuando aquí dice que él

es

el pan vivo que baxó del

cielo :

Ego sum panis vívus

,

qui de cado descendí

:

cuan–

do dice que su carne es verdaderamente comida,

y

que

su sangre es verdaderamente bebida :

Caro mea vere est

cíbus, et sangüis meus vere est potus:

cuando dice que el

pan que les. ha de dar es

~u

carne:

Pamis quem egó da.

bo, caro mea est;

y

que s1 no comieren la carne del Hijo

del hombre,

y

no bebieren

su

sangre, no tendrán en éllos

la vida;

y

cuan_do lo dice de una

mane

ra tan positiva,

y

con tanta aseveracion, que añade

co.mo

una especie de

juramento:

Amen

,

amen dico vobi

s; nisi

manducaveritis

carnem Filii hominis, et biberitis ejus sanguinem

,

non ha–

bebitis vitam in vobis

:

cuando habla, vuelvo

á

decir, de

esta manducacion real de su cuerpo, lo hace de una ma–

nera tan clara, tan positiva , tan expresa, que no hubiera