DESPUES
DE
PENTECOSTES.
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PRO POS
1
TO S.
I
Renueva cada dia en la oracion de por la mañana
la súplica que acabas de hacer
y
dí muchas veces al dia,
cuando cumples con las-0bligaciones de tu empleo., cuan–
do empiezas .alguna obra , sea la que fuere.:
.Quid prodest
homini
,
si mundmn universum lucretur
,
anima? vero suce
detrimentum patiatur?
¿Qué me aprovechará todo esto si
no me salvo? Estos recuerdos son sumamente utiles ,
y
convienen á todo género de personas.
2
Propon firmemente tener cada mes un dia de retiro,
y
no le omitas por ningun motivo. No es mas que un dia
lo que se te
pide~
i
y
quién puede rehusar racionalmente
emplear en todo
el
mes un dia en el importante negocio
de la salvacion.., en el cual debíamos emplear toda la
vida? Se encuentra tanto tiempo para los negocios tem–
porales , para los pasatiempos.., para los amigos
i
y
solo
ha de faltar para la salvacion de nuestra alma? Cas1 to–
da la vida se pasa en arreglar cuentas, en examinar libros,
en mejorar la hac1enda, en aumentar el caudal, en perci–
bir intereses tempornles;
i
y
será demasiado dedicar
un
dia cada mes
á
examinar 1as cuentas que hemos de dar
á
Dios, el estado en que está nuestra conciencia , el uso
que hemos hecho, el fruto que hemos sacado de los ta–
lentos recibidos,
y
por qué caminos podremos reparar las
pérdidas espirituales que hemos tenido? Se puede decir,
que de practicar bien todo esto depende la perseverancia
y
la salvacion de muchas personas.
DOMINGO VEINTE YCUATRO
y
'
ULTIMO
DESPUES DE PENTECOSTES.
E1
domingo
veinte
y
cuatro
despues de Pen ecoc:te es
a