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DESPUES DE PENTECOSTES.
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le lectum tuum, et vaie
in
do-
casa.
Y
se leva
1
ntó
y
se fue
á
su
mum
tuam.
Et
surrexit
,
et
casa. Viéndole
las
tu_rbas,
temie–
abiit in domum suam. Vidente;
ron , y glorificaron
i
Dios
quE;
autem turbce, timuerunt, et glo-
d ió
semejante
potes tad
á
los hom–
rificaverunt D eum
,
qui dedit
br es.
potestatem talem
hominibus.
MEDIT ACION.
Que no
hay
verdadera felicidad sobre la
tierra
sino en el servicio de Dios.
P U N T O
P R 1 M E R O.
Considera que nosotros no hemos sido criados sino
para conocer, p?ra amar y servir
á
Dios; luego no po–
demos ser felices sino sirviendo á Dios: cua1quiera otra
idea de felicidad es una idea quimérica ; cualquiera que
la busca en otra p-arte que en Dios, se engaña y yerra
torpemente.
Jesucristo dixo,
que su
yugo
es suave,
y
su carga
li–
gera.
El mundo piensa y dice lo contrario:
i
cuál de los
dos se engaña,
y
á
quién debernos
creer~
Jesucrisro lo
dixo; luego es verdad:
i
por ventura , nuestros deseos
y
nuestras inquietudes muestran
y
prueban que creemos es–
te oráculo?
Para ser felices es necesario que nuestros deseos es–
tén satisfechos ; y no hay niogun bien criado que no
los altere. Es necesario que el corazon esté contento;
y
fuera de Dios no puede dexar- de estar inquieto Quien
sirve al mundo se fatiga, se cansa, se consume: ¿qué
condicion hay exenta de mil cuidados , de mil inquietu–
des? No ha
y
dia alguno enteramente sereno ; no hay
empleo que no sea una carga pesada: por mas que se
diga , por ma que se haga , todo di sgusta, todo cansa;
solo
el yugo de Dios es suave
y
ligero. Mi razon sola
no puede decirme otra cosa:
i
y
sin embargo dudo, deli–
bero serviros, Dios mio?
En el servicio del mundo todo es duro, todo es in·
fructuoso : no hay gozo que no nazca ent re e. pinas ; to–
do punza , todo amarga.
i
Qué dia hay sereno en este
Tom. V.
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