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DOMINGO DIEZ Y

OCHO

ha

obscurecfoio. Esos varos de eleccion tan preciosO's han

te.nido la mi sma suerte que aquellos vasos

de

tierra qqe

se quiebran al

primer

gql pe,

6

á la primera caida.

Sa–

loman pervertido ,

y

un Apóstol hecho apóstata,

i

nG

prueban demasiado que .c1,.rnndo uno ha gustado de Dios,

cuando ha sido verdaderamente

<levo.to

,

y

afloxa

y

se

vuelve atrás, no se pervierte, ni

se hac

e malo

á

me–

dias~

Se <liria que

la

fe, el juicio, la educacion,

y

has–

ta

la

rrazoa ·misma se pierden cuando se pierde la de–

vocion·. Ese jóven tan prudente , tan racional , tan bien

criado no es

nada

de todo

esto

desde que no es devo–

to. Esa

dan~a

cristiana no se conoce, ·ni

la

conocea des–

de

que s.e hizo m11adana. Esa persona religiosa

recien

pr0fesa es

un

motivo de escándalo desde el punto

que

cae

en la re1axacion .

Rememoramini prístinos dies, in qui–

bus il!uminnti magnum certamen sustinuistis passionum:

¡Qué sentimientos produ·ce • sobre todo

á

la hora de la

muerte, -la tris-te memo.ria_de aquella virtud apagada ,

y

d~

aquellas gracias tan preciosas de que se hizo un

tan

pernicioso ahuso,!

Et

evangelio -e.r

del

·cap.itulo

9.

de san Mateo.

In

Hlo tempore: Ascendens Je–

sus in ñaviculam

,

transfreta–

vit, et venit

in

civitatem

.ruam.

Et

ecce ojferebant ei

paraly–

ticum jacentem in lecto.

Ei

vi–

den.r

Juui

fidem iliorum,

di–

:ioit paralyt.ico: Confide, fili,

re–

mittuntur Jibi peccata tua. E·t

ecce quidam de scribir dixe–

r.unt intra

se:

Hic

bla.rphemm.

Et cum vidi.rset Je.rus cogi–

tationes

eorum,

di:xit: Ut quid

cogitatis

mala

in

cordibus ve¡–

tris

?

Quid est

f

aciJius dice–

re

:

Dimittuntur tibi peccata

tua, an dicere : Surge

,

et am–

bula? Ut aut'em

.rúari.r,

quia

Fili-us hornini·s

habet p ete;tatem

in

terra

dimittendi peccara,

tune ait paral:ytico

:

Surge, to!-

En

aqtfel tiempo : Habiendo

su–

bido Jesus en una navecilla , pa–

só del otro lado del lago ,

y

fué

á

su ciudad. Y he aquí que Je pre–

sentaban un paralítico que estaba

echado -en

fa

cama.

Y

viendo Je–

sus la

fe

de

éllos,

dixo al p'aralí–

tico : Confia , hijo, te se perdonan

tu~

pecados.

E

inmediatamente al–

gunos de los escribas, dixeron en -

tre sí: Éste blasfema. Y viendo Je-

-sus sus pensamientos , dlxo :

¿

Por–

qué pensais mal en vuestros cora–

zones~

Qué ,

i

es mas fácil

decir~

Te se perdonan tus pecados ; ó de–

cir , Le'lántate , y

anda~

Pero para

que sepais qu-e el Hijo del hom–

bre tiene potestad en la t ierra , Le–

vántate, dixo entonces

al

paralí–

tico, coge

tu

cama ,

y

ve.te

á

tll